La designación de las esposas de dos concejales de Yerba Buena zarandeó una sesión

Que los políticos contraten familiares suyos no es una novedad; al contrario. No obstante, el debate se ha avivado en el gobierno local de Yerba Buena, luego de que el secretario de Comunicación, Pablo Macchiarola, dijera que el concejal macrista Pedro Albornoz Piossek nombró a su esposa como asesora, y que luego “intercambió nombramientos” con otro concejal, el radical Lucas Cerúsico, cuya mujer también ha sido designada.

Los dichos de Macchiarola se produjeron después de que Albornoz Piossek cuestionara el Proyecto de Recursos y Gastos del intendente, Mariano Campero, porque -observó- planea incrementar la planta de personal en 100 cargos. Tras ese entredicho, llegaron a la redacción de este diario dos sobres: uno contiene cinco decretos del Concejo Deliberante, que corroboran las contrataciones de las parejas de ambos concejales; el otro es un listado de los funcionarios del gabinete, en el que figuran dos hermanos de Campero.

Las asesoras

Los expedientes del cuerpo legislativo revelan que, en noviembre del año pasado, se aprobó el primer contrato de la abogada Gilda Pamela Galetto, la esposa de Albornoz Piossek. Fue incorporada como auxiliar administrativa en el PRO, el bloque de su marido. El acuerdo tenía una vigencia de un mes (hasta fines de diciembre). Empero, se le renovó en los meses siguientes.

Esos decretos llevan la firma del presidente del Concejo, Javier Jantus. En todos los casos, se la contrató en la categoría 15 del escalafón. No obstante, en febrero de este año, hubo un cambio: Galetto pasó a desempeñarse en el bloque Unión Cívica Radical - Nueva Política, de Cerúsico.

Ese mismo día, por el Concejo pasó otro documento, a través del cual el PRO contrató a la mujer de Cerúsico, Marina Beatriz Rondoletto, como auxiliar administrativa, también en la categoría 15. El sueldo neto de esa escala ronda los $ 12.000.

Los hermanos

El otro documento al que tuvo acceso el diario consiste en una nómina de los funcionarios municipales, en la que se observan los nombres de Ezequiel Campero y de Julio Campero, en la dirección de Políticas Sociales y en la delegación de San José, respectivamente.

La situación de Julio Campero ya había sido reflejada en estas páginas, en junio último, cuando el propio intendente justificó esa designación al decir que su hermano trabajó con él durante la campaña electoral en esa delegación. Añadió que, por ello, posee un contrato de locación de servicios. Ahora, cuando se le preguntó por este supuesto nuevo nombramiento, lo desmintió: “Ezequiel trabaja con el legislador Rubén Chebaia, que ha sido electo por la sección oeste. No voy a favorecer ningún acomodo político. En el caso de Julio, se encuentra en ese lugar porque se lo ha ganado”, dijo.

También se lo interrogó sobre otras dos personas de su equipo, Erika Brandenburg y Dino Alfieri, debido a rumores de parentesco. “Bajo ningún punto de vista en mi gobierno se aplica el nepotismo -reiteró-. Admito que en ambos casos existe una relación familiar, pero comprendo y persigo la meritocracia”.

Sin quorum

La sesión ordinaria del Concejo para debatir el Presupuesto iba a realizarse hoy, de acuerdo a lo anticipado por Jantus. No obstante, el martes se levantó la reunión preparatoria de la comisión de Labor Parlamentaria, y, por consiguiente, el debate quedó postergado. ¿La razón? No hubo quorum. Según el reglamento, de ese cónclave previo deben participar los presidentes de los bloques. En este caso, se trata de ocho de los 10 ediles. Sin embargo, el acta fue firmada por tres personas: Jantus, el radical Lisandro Argiró y José Macome, de un partido vecinal.

¿Quiénes son los otros cinco que debían poner su firma para que el cuerpo deliberante acuerde un temario? Héctor “Pilón” Aguirre y Walter “Kabuby” Aráoz -del peronismo-, Maximiliano García -del radicalismo-, y Cerúsico y Albornoz Piossek. Al término de esa reunión trunca, algunos de ellos confiaron que esta pelea política les ha traído descontento, pues entienden que les genera desprestigio. En definitiva, arguyen que la antesala de la sesión no debe estar envuelta en rencillas.

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Los concejales Jantus -afín a Campero-, Aguirre -del peronismo- y Marcelo Rojas -del macrismo- anticiparon su voto positivo al proyecto de Presupuesto.

“Hemos introducido ajustes y reclamado precisiones. Pero se trata de un documento detallado, con anexos”, dijo Jantus, quien anoche evaluaba a la posibilidad de convocar a una sesión especial para tratar el expediente. También otros ediles oficialistas se pronunciarían a favor.

Opiniones cruzadas

“Macchiarola vende humo”

“Si Pablo Macchiarola cree que puede ocasionarme un perjuicio, está equivocado”. Así se expresa Pamela Galetto, esposa del concejal macrista Pedro Albornoz Piossek, sobre los cuestionamientos a su nombramiento en el Concejo. Galetto es abogada, y cuenta que le brinda asesoría legal a su esposo y a otro edil, el radical Lucas Cerúsico. “Atiendo a la gente que necesita ayuda. Nada de esto estaba oculto”, añade. Macchiarola debería explicar qué es lo que hacen con los fondos públicos. Que diga por qué aumentaron la planta de empleados en 100 puestos y por qué crearon nuevas secretarias”, prosigue. A decir suyo, esas áreas serían para “nombrar amigos” en puestos de jeraquía. “Es de poco hombre y de cobarde pegarme a mí. Soy la esposa del concejal que está investigando supuestos hechos de corrupción en la intendencia. No me dedico a la usura, y sería estupendo que explique cómo hizo para poner una cueva junto a su socia María Eugenia Martínez Aráoz con un capital social de $30.000”, concluye Galetto.

La presentación del primer presupuesto de Mariano Campero al frente de la intendencia ha dado que hablar entre algunos políticos. Y aunque lo envió al Concejo Deliberante en mayo, para su aprobación, todavía no ha sido tratado. El proyecto ronda los $ 463,5 millones. Más de la mitad ($ 260 millones) serán usados para los sueldos de los empleados, calculan. De ese total, casi $ 229 millones corresponden a los salarios del personal permanente, y unos $ 31 millones a los contratados. En ese documento, se lee que la planta de personal posee, en total, 1.266 personas. Este número resulta llamativo, pues el otrora intendente Daniel Toledo terminó su mandato con 1.166 agentes (100 menos). La explicación a ese incremento radica -según el oficialismo- en que se regularizará la situación de algunos empleados. “Esos nombramientos se harán en el transcurso del año, es una previsión. Había mucha gente en negro. Nos encontramos con unos 30 casos que debimos reivindicar. Pero también incorporamos profesionales, porque decidimos crear nuevas direcciones, como empleo, seguridad y modernización”, argumenta Campero.

Cuando se le consulta al concejal radical Lucas Cerúsico sobre esta noticia de nepotismo -que lo tiene entre los roles protagónicos- responde que, desde su asunción, únicamente ha efectuado dos designaciones, del equivalente a siete cargos que tienen disponibles cada uno de los ediles yerbabuenenses. Dice, también, que trabaja de modo conjunto con el macrista Pedro Albornoz Piossek. Por esa razón -prosigue- ha incorporado en su bloque a la abogada Pamela Galetto, esposa de su par. “Ella es docente de educación física. Estamos elaborando un plan integral para revalorizar el deporte. Mi esposa nos ayuda con ese tema, y Galetto nos asesora con las cuestiones legales”, justifica. “Reitero que estamos trabajando de modo conjunto, y eso lo saben los vecinos. El oficialismo pretende desviar la discusión, que debería pasar por las 100 incorporaciones del intendente Mariano Campero. Al Concejo Deliberante no le han enviado ningún anexo, por ejemplo, que especifique quiénes son las personas que han contratado”, responde cuando se le consulta por las designaciones cruzadas con Albornoz Piossek.

“A ningún vecino le interesa la pelea entre Pablo Macchiarola y Pedro Albornoz Piossek. La gente está esperando que avancemos con las obras públicas”. Con esa frase, el presidente del Concejo de Yerba Buena, Javier Jantus, se refiere a las acusaciones de nepotismo. Lo hace luego de leer la nota que le mandó el edil, el lunes, instándolo a convocar al cuerpo para que se emita una postura  sobre la “situación” de Macchiarola, a quien Albornoz Piossek señaló como el dueño de una empresa crediticia. “El tema de la financiera está reglado por el Banco Central. No veo ningún impedimento. Sí sería prudente que, siendo funcionario, se aparte de su actividad privada, para evitar suspicacias”, añade. Con respecto a la designación de la mujer de Albornoz Piossek, aclara que el nombramiento de familiares no está prohibido. “Sí observo una cuestión ética, que intuyo que él también la advirtió. Por algún motivo, hizo enroque de nombramientos con Cerúsico, ¿no?”, concluye.

“El nepotismo estuvo siempre, en todas partes. Sin ir lejos, el ex intendente, Daniel Toledo, tuvo como funcionario a su hermano, Rolando Toledo. Preferiría que el Concejo dé buenas noticias, y no estos escándalos de entrecasa. Son cosas de chicos. Se están arañando”. Eso es lo que opina el concejal peronista Héctor “Pilón” Aguirre sobre la discusión entre su par macrista, Pedro Albornoz Piossek, y el secretario de Comunicación, Pablo Macchiarola.