Milhein juró que es inocente y tuvo duros cruces con el fiscal

Daniela Milhein habló fuerte, en su tono y en sus palabras. Ayer, durante la primera audiencia del juicio en el que se la acusa de haber secuestrado a una joven de 16 años -junto con su ex pareja, Alejandro González, también acusado- y de introducirla en el mundo de la prostitución, la imputada negó todos los cargos. También criticó con dureza a la víctima del caso y hasta llegó a decirle al fiscal, Carlos Sale, que sus preguntas debían ser más puntuales y que una de ellas había sido “absurda”.

“Jamás pude haber secuestrado a F.M. Ella dice que la raptaron en mayo, aunque también dijo que fue en junio, y yo había tenido a mi hijo en abril. Estaba recién operada. Además, ella es mucho más grande que yo”, argumentó la acusada desde el banquillo. La fiscala de instrucción de la causa, Adriana Giannoni, aseguró en la solicitud de elevación a juicio que los dos acusados subieron a la víctima a un automóvil. Se trata de una causa derivada de la de Marita Verón: la víctima, en el juicio por la desaparición de la hija de Susana Trimarco, F.M. contó que vio a Marita en la casa de Milhein antes de que esta “la vendiera a La Rioja”. Por esa causa, la condenaron a 18 años de cárcel. Sin embargo, la sentencia aún no está firme.

Preguntas puntuales

Sale por momentos llegó a agarrase la cabeza. Es que Milhein le dijo decenas de veces que sus preguntas tenían que ser más puntuales. “En este caso se está juzgando si se la secuestró o no. Vamos a las preguntas puntuales. Le pido que considere que tengo dos implantes y una trombosis en la pierna, aún así estoy acá declarando, y usted me pregunta si le compré ropa. Vamos a lo puntual, doctor”, llegó a decirle cuando el fiscal de cámara le preguntó por la ropa que F.M. usó mientras estuvo con ella.

La acusada argumentó que su propia madre y la madre de la víctima eran muy amigas y por eso la joven de 16 años solía ir a su casa. De esa forma se conocieron. En las últimas preguntas, Sale optó por interrumpirla cuando sentía que la acusada se iba por las ramas. Ella por su parte, pidió perdón por estar “irritada”

“Mi mamá me contó que a esa chica la maltrataban en su casa. Un día fuimos y le estaban pegando. Yo la llevé a la Defensoría de Menores (en varias ocasiones dijo Defensoría del Pueblo) y desde ese momento se quedó conmigo. Empezó a cuidar a mi mamá y hacía algunos mandados. Por ese trabajo, nosotros le dábamos una plata a su familia”, esgrimió.

Para convencer al tribunal, incluso contó un caso particular. “En un momento me dijeron que un tal ‘Mataco’ quería secuestrar a mi hija. Le pedí a F.M. que me acompañara a la Brigada y ella ahí no dijo nada del supuesto secuestro suyo”.

Mala relación

Milhein contó que acogió a la joven por un pedido de su madre pero que nunca se llevó bien con la adolescente. “Ella se quería acostar con todos mis hermanos, por eso teníamos mala relación. Es una chica de la noche. Si vemos su Facebook, sabremos qué ropa usa y qué lugares frecuenta. Quizás la contención que le dieron en la Fundación (María de los Ángeles) no le sirvió”, cuestionó.

Por otro lado, negó haber drogado o golpeado a la víctima e incluso la acusó de estar relacionada con el mundo de la prostitución. “Ella quiso llevarse a una chica a prostituirse a Las Casitas de Río Gallegos”, sostuvo.