Directo al Salón de la Fama

Directo al Salón de la Fama

Mario y Leandro Vildoza, DT y base, respectivamente, del plantel campeón, analizaron la consagración de la selección provincial.

TODOS UNIDOS. Leandro Vildoza (camiseta verde de Atlético) y su papá Mario (campera negra) fueron recibidos por sus familiares cuando se bajaron del colectivo en la rotonda de San Cayetano.  LA GACETA / HÉCTOR PERALTA TODOS UNIDOS. Leandro Vildoza (camiseta verde de Atlético) y su papá Mario (campera negra) fueron recibidos por sus familiares cuando se bajaron del colectivo en la rotonda de San Cayetano. LA GACETA / HÉCTOR PERALTA
26 Julio 2016
La señal asoma y desaparece, debido a la caprichosa geografía. Cuando se activa, el celular de Mario Vildoza suena en aviso de que recibió mensajes de WhatsApp. El técnico de la selección de básquet de Tucumán viene en ruta, en el ómnibus que lo trae -junto al resto del cuerpo técnico y al plantel- desde Santa Fe. Allí acaban de lograr el primer Campeonato Argentino en calidad de visitante y, en ese mismo acto, de consagrarse bicampeones por vez primera: le ganaron al local, por 80 a 76.

Esos mensajes hacen que Vildoza vaya tomando conciencia de que entraron en la historia del básquet provincial. “Sinceramente no había dimensionado la importancia de este título. La vamos entendiendo a medida que los amigos nos van contando cómo va trascendiendo”, dijo a LG Deportiva, durante un tramo donde la señal de su celular tuvo la amabilidad de permitir la comunicación.

No era el único que no había advertido que el triunfo del domingo los había hecho ingresar a un virtual Salón de la Fama del básquet tucumano. Su hijo, el base Leandro Vildoza -elegido “MVP” de la final y del torneo-, tampoco lo había reflexionado de ese modo. “Sabemos que esto es muy importante para la provincia, porque se ganó por primera vez un campeonato fuera de casa, y justo en el año del Bicentenario. Pero no estamos conscientes del logro que tuvimos”, admitió, cuando pararon para comer y la charla vía móvil se hizo más fluida.

A la conquista

Desde que embarcaron hacia Venado Tuerto, donde Tucumán jugó la etapa de grupos, Mario estaba seguro de que volverían con el título. “Nunca tuve dudas de que lo íbamos a ganar. Perdimos dos partidos en la primera fase (el debut, contra Entre Ríos, y ante Buenos Aires), pero se debió a un par de pelotas mal resueltas. Siempre estuve confiado”, señaló.

Al análisis de su padre Leandro le aportó su visión. “En este torneo el equipo fue de menor a mayor. Si sufrís una derrota y al otro día jugás nuevamente no es fácil levantarse anímicamente; pero nuestro equipo lo hizo. Aquí hubo una idea de juego”, remarcó. A su criterio, esto resulta aun más meritorio, puesto que se trató de un torneo muy difícil. “Este fue uno de los ‘Argentinos’ más duros de los últimos cinco o seis años, con equipos que llevaron jugadores del TNA y de la Liga Nacional. Nosotros -un equipo humilde, pero con actitud- fuimos muy sólidos. Cada uno cumplió el rol. Por eso fuimos campeones”, expresó.

Pero no sólo “por eso”, según se desglosa de las palabras de Mario. El plantel llegó muy bien preparado en cuanto al aspecto físico. A modo de ejemplo, el entrenador recordó el partido contra Chaco, por las semifinales, que se definió en tiempo extra. “Ellos estaban destruidos. Sabíamos que en el suplementario íbamos a terminar de quebrarlos”, dijo. Tucumán arrancó antes que sus rivales la preparación para el campeonato; y eso resultó clave. “Trabajamos un poco más y eso nos sirvió muchísimo. Llegar con cierto trabajo previo es fundamental. A este torneo, en el cual jugás todas las noches, tenés que llegar bien armado, física y deportivamente”, indicó.

Cuando se le pide elegir una “foto” del torneo, Mario no duda en destacar la celebración tras la final. “Elijo el momento en que termina el partido y todos salimos corriendo a abrazarnos”, recordó. Pero no es la única imagen. “Hay un momento muy especial, cuando llegamos a Firmat (sede de la semifinal y de la final); tuvimos la sensación de que éramos ‘puntos’, de que ya nos daban por muertos, de que éramos el equipo que iba a salir cuarto. Y lo más lindo fue taparles la boca a muchos que pensaban que ya habíamos cumplido con quedar entre los cuatro mejores”, arremetió.

Leandro, por su parte, eligió el partido contra Corrientes, en el cual Tucumán consigue el pasaje a semifinales. “Ellos tienen un equipo que te complica. Entramos al último cuarto un punto abajo, y encima no estábamos jugando bien. En ese momento pensé que podíamos quedarnos afuera. Pero luego, cuando faltando cinco minutos ya les llevábamos 20 puntos, me dije ‘mis compañeros tienen mucho carácter’. En ese momento supe que estábamos para campeones”, reconoció.

Definición

Esa reflexión dispara la última pregunta de LG Deportiva. ¿Cuál fue la principal característica del equipo? “No sabría cómo definirlo. Podría ser el compañerismo. Había noches en las que a alguno le tocaba meter 20 puntos, y otras en las cuales a ese mismo le tocaba meter 2, y no había problemas. Fue un equipo muy sólido, que sabía a lo que tenía que jugar. No teníamos ninguna figura, y confiábamos el uno en el otro. Quizá quede mejor la palabra solidaridad”, respondió el base.

El largo viaje llegó a su fin. La delegación hizo su entrada triunfal. Los campeones pasearon por las calles céntricas y llegaron a la Casa de Gobierno donde los recibió el gobernador Juan Manzur. Fue el momento en que comprobaron que lo que lograron en Santa Fe fue histórico. Hicieron feliz a la provincia. Y eso no tiene precio.

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