Los parques y los jardines “sienten” cuando la gente los quiere bien

Los parques y los jardines “sienten” cuando la gente los quiere bien

Carlos Thays defiende tanto las nuevas tendencias en paisajismo como la huella romántica que le imprimió su bisabuelo al parque 9 de Julio.

LA HERENCIA. Un antepasado que te llenó la vida de árboles no debería ser un peso, afirma Carlos Thays, en referencia al legado de su bisabuelo. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI. LA HERENCIA. Un antepasado que te llenó la vida de árboles no debería ser un peso, afirma Carlos Thays, en referencia al legado de su bisabuelo. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI.
26 Julio 2016

 Perfil  
› Carlos Thays
Es representante de una generación emblemática de paisajistas (su bisabuelo, Charles Thays, diseñó el Parque 9 de Julio); ingeniero agrónomo con posgrado en Paisajismo en la Facultad de Arquitectura de la UBA. Entre sus obras más recientes está el Parque del Bicentenario, en Salta.

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Es representante de una generación emblemática de paisajistas (su bisabuelo, Charles Thays, diseñó el Parque 9 de Julio); ingeniero agrónomo con posgrado en Paisajismo en la Facultad de Arquitectura de la UBA. Entre sus obras más recientes está el Parque del Bicentenario, en Salta.

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Para Carlos Thays, cuarta generación de paisajistas de fuste, los jardines y los parques son organismos vivos, en los que el ánimo del usuario, de la gente, interactúa con el espacio. Como él mismo reflexiona, por más que en este siglo XXI se reinvente en forma permanente el concepto de paisaje, “la gente” sigue buscando en los parques y en los jardines la idea de felicidad que buscaba el romanticismo en el siglo XVIII.

Thays dialogó con LA GACETA antes de su participación en uno de los talleres sobre paisajismo que continuarán hoy y mañana en el marco de “Tucumán patrimonio verde”, que se desarrolla hasta el domingo en el Virla, en el marco del 18 julio Cultural.

- ¿ Cómo maneja el peso del apellido?

- Por qué debería pesarme? Un antepasado que te llenó la vida de árboles, no debería ser pesado.

- Pero no me diga que a veces no pesa semejante herencia...

- Sí, es verdad. Me pasó en mis primeros años de estudios, y en mis inicios como profesional. Tenés la imagen del genio que fue mi bisabuelo, y tenés que tener muy claro que tu camino es otro. Yo elegí disfrutarlo, y aprender de él. Igualmente, al final de cualquier proyecto, uno no se pregunta cómo lo haría el bisabuelo, sino si lo estoy haciendo como se debe. Y el cómo se debe pensar el paisaje, yo tengo un mandato muy fuerte, que es el que me dejó mi bisabuelo. El paisaje es algo muy rico, muy diverso, que tiene tantas miradas como personas.

- ¿Qué memoria tiene usted del parque 9 de julio?

- La última vez que lo visité fue hace como 20 años. Y encontré que era un parque maravilloso pero desangelado, sin alma, triste, donde, con el tiempo, lo que se veía de una manera muy potente era la nobleza de los árboles. Con el paso del tiempo, los árboles habían construido el sueño de Thays. Sin embargo, a nivel terrestre, hasta me dolió un poco que no era un parque bien querido. Los jardines y los parques, cuando la gente los está mirando, queriendo, el parque se los transmite, y el jardín también. Y esto es lo que no encontré en el parque 9 de Julio. Ojalá haya cambiado, no lo sé.

-¿ Se siente más cómodo interviniendo en los paisajes públicos o en los privados?

- Me siento más cómodo en los privados, pero el paisaje público es un desafío en el que aprendí mucho, en algunas experiencias que tuve.

-¿Cuál fue la más movilizadora?

- El parque del Bicentenario, en Salta, y el proyecto paisajístico dle Metrobús, en la avenida 9 de julio, en Buenos Aires.

-¿ Cómo resolvió el parque del Bicentenario?

- Se trataba de hacer un parque contemporáneo, en 80 hectáreas, en una ciudad que estaba pidiendo un parque. En el imaginario de la gente, la idea de parque es un parque amable, con muchos árboles, con verde, con paseo, donde se encuentran todos con todos, y hay una idea de felicidad que pertenece un poco al romanticisismo. Y por más que los movimientos contemporáneos se reinventen a sí mismos en su idea de paisaje, y busquen nuevas formas y nuevos relatos, la idea de un sitio hacia las emociones y las sensaciones en todo parque y en todo jardín, creo que persiste. Y esto lo aplicamos de manera muy evidente en el parque del Bicentenario: hay un paseo, a la manera de los paseos antiguos, y después hay otros ejes más claros, más arquitectónicos, que conviven con el paseo.

- ¿ Qué opina de esta tendencia de jardines verticales, intervenciones verdes, en las nuevas edificaciones ?

- Lo que yo encuentro es que hay una natural obsesión por el verde, que sigue distintos caminos. Por un lado están de moda los jardines verticales, los techos verdes, que finalmente dejan algo muy positivo. Ahora, cabe preguntarse, en un país con tanta tierra, si tiene sentido hacer jardines verticales en la ciudades. Entonces, creo que la pregunta se contesta diciendo que entonces a las ciudades no las estamos tratando bien, y ahora tenemos muros que debemos esconder, y que hay que mejorar.

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