26 Julio 2016
MIRÁ. Cartera de la colección “Alma”. Lleva estampas con tecnología digital y detalles de alpaca.
Eso que se distingue puede ser una identidad definida e independiente de lo que la rodea o una cadena de valores que genera cada prenda en su contexto o simplemente un diseño único y original. El Sello del Buen Diseño busca y premia eso: lo distinto, la historia detrás de cada producto. Desde hace unas semanas llevan este sello las marcas tucumanas de indumentaria y accesorios Villamax, Nicéfora y Mirá, ¿Pero qué es y qué beneficios tiene un diseñador si lleva esta distinción?
El Sello del Buen Diseño, que es un programa organizado por el Plan Nacional de Diseño, perteneciente al Ministerio de la Industria de la Nación, tiene como objetivo promover la incorporación de diseño en el tejido productivo, a partir de la estimulación de vínculos entre diseñadores y empresas, articulándolos con organizaciones intermedias. Y con él se distingue las empresas que trabajan desde el diseño y se las reconoce por planificar sus productos y todas las implicancias que conlleva la generación de uno nuevo: el mercado, el uso, el ciclo de vida, la eficiencia de los procesos productivos y su aporte al desarrollo sustentable.
Contemporáneo
“En las marcas tucumanas se notó que hay una identidad, una estrategia comercial por detrás y algunos de los productos tienen mucha ‘sensibilidad estética’ en el desarrollo del producto. El crecimiento del diseño local es enorme: Tucumán es muy contemporáneo, más que otras provincias del NOA. Y en estos casos (que también están distinguidos con Marca Tucumán) la identidad va desde el lado de lo contemporáneo, más que de lo artesanal”, describió Marcos Soria, técnico del área Promoción de Exportaciones del Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP), que este año fue parte de un extenso jurado de selección.
Sobre esto último, Soria destacó que es el segundo año consecutivo que IDEP participa del proceso de selección, y que en esta edición en particular se convocó a universidades de Rosario, Córdoba y Mar del Plata, de la carreras de Diseño y a organismos provinciales, como la Dirección de Industria de Jujuy y el IDEP, lo que permitió sumar criterios de selección más ricos. “Por ejemplo tuve la oportunidad de resaltar cómo trabajan algunos diseñadores en sus producciones, que muchas son netamente tucumanas: desde la mano de obra hasta los materiales usados. Eso genera impacto social en el lugar donde vivimos”, agregó el técnico del área.
Seleccionadas
Cada una de las ilustraciones que llevan las carteras de Mirá nacen en papel y tinta negra, luego llega el color, las luces y las sombras que están trabajadas digitalmente. Con la técnica de sublimación se transfiere al textil cada una de ellas. Por último, se aplican los detalles en alpaca y, dependiendo del modelo, lleva una figura que recrea la ilustración grabada con ácido sobre el metal. “La calidad de los materiales, el diseño con identidad propia, cada imagen elaborada con tecnología digital y el análisis de una idea rectora es lo que diferencia a los productos de la marca Mirá”, confiesa la diseñadora Verónica López Orce cuando tiene que definir su marca. Esta es la primera vez que Mirá recibe el Sello del Buen Diseño.
Para Gonzalo Villamax esta distinción (ya lleva cinco años recibiéndola) le ha generado momentos inolvidables en su carrera como diseñador de indumentaria: “te da visibilidad en ferias y eventos internacionales donde llevan el libro del sello (es un catálogo donde están todas las marcas seleccionadas). También se pueden acceder a créditos y a exhibiciones. Por ejemplo, en 2015 presenté mi colección ‘Patria’ el Centro Cultural Kirchner, durante la puesta escenográfica en la Ballena Azul”. Cuando se le pregunta a Villamax por qué cree que lo seleccionaron, responde simplemente: “por la identidad definida y el valor agregado: uso los recursos de mi provincia”.
Para obtener el Sello del Buen Diseño, primero cada diseñador debe inscribirse (la convocatoria está abierta todo el año) y buscar las bases y las condiciones en el sitio web del Plan Nacional del Diseño (www.produccion.gob.ar/disenio).
El Sello del Buen Diseño, que es un programa organizado por el Plan Nacional de Diseño, perteneciente al Ministerio de la Industria de la Nación, tiene como objetivo promover la incorporación de diseño en el tejido productivo, a partir de la estimulación de vínculos entre diseñadores y empresas, articulándolos con organizaciones intermedias. Y con él se distingue las empresas que trabajan desde el diseño y se las reconoce por planificar sus productos y todas las implicancias que conlleva la generación de uno nuevo: el mercado, el uso, el ciclo de vida, la eficiencia de los procesos productivos y su aporte al desarrollo sustentable.
Contemporáneo
“En las marcas tucumanas se notó que hay una identidad, una estrategia comercial por detrás y algunos de los productos tienen mucha ‘sensibilidad estética’ en el desarrollo del producto. El crecimiento del diseño local es enorme: Tucumán es muy contemporáneo, más que otras provincias del NOA. Y en estos casos (que también están distinguidos con Marca Tucumán) la identidad va desde el lado de lo contemporáneo, más que de lo artesanal”, describió Marcos Soria, técnico del área Promoción de Exportaciones del Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP), que este año fue parte de un extenso jurado de selección.
Sobre esto último, Soria destacó que es el segundo año consecutivo que IDEP participa del proceso de selección, y que en esta edición en particular se convocó a universidades de Rosario, Córdoba y Mar del Plata, de la carreras de Diseño y a organismos provinciales, como la Dirección de Industria de Jujuy y el IDEP, lo que permitió sumar criterios de selección más ricos. “Por ejemplo tuve la oportunidad de resaltar cómo trabajan algunos diseñadores en sus producciones, que muchas son netamente tucumanas: desde la mano de obra hasta los materiales usados. Eso genera impacto social en el lugar donde vivimos”, agregó el técnico del área.
Seleccionadas
Cada una de las ilustraciones que llevan las carteras de Mirá nacen en papel y tinta negra, luego llega el color, las luces y las sombras que están trabajadas digitalmente. Con la técnica de sublimación se transfiere al textil cada una de ellas. Por último, se aplican los detalles en alpaca y, dependiendo del modelo, lleva una figura que recrea la ilustración grabada con ácido sobre el metal. “La calidad de los materiales, el diseño con identidad propia, cada imagen elaborada con tecnología digital y el análisis de una idea rectora es lo que diferencia a los productos de la marca Mirá”, confiesa la diseñadora Verónica López Orce cuando tiene que definir su marca. Esta es la primera vez que Mirá recibe el Sello del Buen Diseño.
Para Gonzalo Villamax esta distinción (ya lleva cinco años recibiéndola) le ha generado momentos inolvidables en su carrera como diseñador de indumentaria: “te da visibilidad en ferias y eventos internacionales donde llevan el libro del sello (es un catálogo donde están todas las marcas seleccionadas). También se pueden acceder a créditos y a exhibiciones. Por ejemplo, en 2015 presenté mi colección ‘Patria’ el Centro Cultural Kirchner, durante la puesta escenográfica en la Ballena Azul”. Cuando se le pregunta a Villamax por qué cree que lo seleccionaron, responde simplemente: “por la identidad definida y el valor agregado: uso los recursos de mi provincia”.
Para obtener el Sello del Buen Diseño, primero cada diseñador debe inscribirse (la convocatoria está abierta todo el año) y buscar las bases y las condiciones en el sitio web del Plan Nacional del Diseño (www.produccion.gob.ar/disenio).
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