La “teteada masiva” movilizó a mamás de toda la provincia

Con pollera celeste, trenzas en el pelo y pañuelo al cuello, Natalia Solís se retiró del desfile de las agrupaciones de danzas folclóricas que se realizaba ayer por 25 de Mayo y sobre una manta colocada en la vereda de plaza Independencia se sentó a darle la teta a su hijo Felipe, de 10 meses. La bailarina, proveniente de El Zonal (Rosario), no estaba sola: unas 50 mamás hacían lo mismo. Sucede que ayer se realizó en Tucumán, como en muchas ciudades de Argentina, la “teteada masiva” contra los prejuicios de dar la teta en público.

La iniciativa surgió en repudio de lo que le sucedió a Constanza Santos, que fue obligada por policías a dejar de amamantar en una plaza pública de San Isidro (Buenos Aires). Las reacciones de rechazo fueron inmediatas, lo que derivó en la convocatoria nacional.

“Tenía previsto sumarme en mi ciudad, pero vinimos con toda mi familia a participar del encuentro nacional. Así que en medio del desfile, cuando mi bebé comenzó a llorar, se acercó mi marido y me dijo: ‘mirá, acá también se hace la teteada’”, cuenta Solís, quien con su bebé satisfecho y ya dormido, se levantó del suelo para volver a bailar con sus compañeros de la delegación rosarina. A lo lejos se escuchaba una zamba.

Mumalá (Mujeres de la Matria Latinoamericana), Warmi (agrupación que busca fortalecer el conocimiento vinculado con los ciclos y las vivencias femeninas) y Empoderamiento Femenino Tucumán fueron las agrupaciones que impulsaron la “teteada masiva”. Minutos después de las 11 colocaron mantas de colores en la vereda sobre 25 de Mayo; pegaron carteles con frases como “La única teta que les molesta es la que no pueden vender”, “Yo apoyo la lactancia materna”; y luego comenzaron las mateadas entre las mujeres que comenzaban a amantar.

Alejo, de 3 meses, llevaba en su cabecita un gorro tejido con forma de teta. Su mamá Luciana Casmuz se lo encargó a una amiga para asistir especialmente a la movilización. “Somos de Famaillá y sólo vengo a apoyar la causa: que es el derecho de alimentarse de un bebé y de que su mamá le de la teta donde se le antoje. Estoy muy indignada por lo que pasó. ¿Acaso todavía no saben todos los beneficios que tiene la lactancia en la madre y en el niño?”, reflexiona Casmuz, que desde la “Capital de la Empanada” fue acompañada por su hija Luciana, de 9 años.

No todas eran figuras femeninas en la “teteada masiva”: algunas mamás llegaron con sus parejas, como Yanina Anastasio y Marcos Crosa (“esto va más allá de dar la teta en un espacio público: acá también surgen reivindicaciones, como los espacios para amamantar en los lugares de trabajo”, dijo el papá) o vecinos de la zona que apoyaron la protesta, y ese fue el caso de Horacio González Rey, de 80 años (“Amamantar no sólo es un derecho, es un acto de amor”).

Yanina Muñoz, referente provincial de Mumalá, anunció que durante la Semana de la Lactancia Materna (se realizará del 1 al 7 de agosto) van a impulsar la creación de lugares amigables para amamantar, tanto en la vía pública como en los bares.

“La idea es que bares u otros espacios privados estén dispuestos a brindarle a la madre un lugar tranquilo para dar la teta, y que puedan, quizás, convidarle un té o agua fría mientras amamanta”, agregó Muñoz.

“Teta”, “teta”, “teta” se escuchaba en plaza Independencia. Eran los niños hambrientos que a los pocos minutos abrazaron los pechos de sus mamás para alimentarse, mientras concluía la “teteada masiva” en Tucumán.