El mejor regalo es el inesperado

El mejor regalo es el inesperado

Tres lectores se reparten esta semana el pozo de $120.000 que había quedado acumulado.

COMPARTIERON SUERTE. Los tres lectores, con sus respectivas familias, disfrutan de este premio que les regaló el destino.  COMPARTIERON SUERTE. Los tres lectores, con sus respectivas familias, disfrutan de este premio que les regaló el destino.
22 Julio 2016
Para reformar la casa, para compartir con la familia o para viajar. Ese será el destino de los $40.000 que recibirá cada uno de los tres lectores de LA GACETA que esta semana se reparten el pozo de $120.000 de los Números de Oro.

Nora Nilda Bringas es ama de casa jubilada, tiene cinco hijos y diez nietos, es vecina de la zona del parque 9 de Julio y es lectora devota de nuestro diario, “de toda la vida”.

“Siempre pensé: a tanta fidelidad debería responderme LA GACETA de alguna manera”, afirmó, entre risas, la flamante ganadora de $40.000. “Al entretenimiento lo seguía desde hace años, hasta que finalmente bajé los brazos. Pero lo tomó mi esposo, que es quien llenó esta grilla ganadora”, añadió.

¿Qué hará con el dinero?, se le preguntó. Y no dudó ni un minuto. “¡Viajar¡ Me encanta viajar. Mis amigos siempre se ríen de mí, porque siempre estoy lista. Me dicen: “vamos a Ushuaia”, y les digo: Vamos. Me invitan a Miami, y “vamos”, contó Nora, ya con la cabeza en el próximo destino.

Héctor Ángel Bobba había sido el primero en presentarse con la tarjeta de Números de Oro completa. Llegó a media mañana, con la ilusión de ser el único ganador y llevarse los $120.000 del pozo acumulado. “Tengo un hijo que está con serias urgencias económicas, así que este premio me viene muy bien para darle una mano y llevar algo de tranquilidad a esa familia. Además, acaba de nacer su segunda hija, así hay gastos por todos lados”, contó Héctor, de 69 años, camionero jubilado. Si le queda algo de dinero, intentará hacer algunos arreglos pendientes en su casa.

Un poco antes de las 18, casi sobre el cierre, llegó Miguel Antonio Robles, de 43 años y soltero. En realidad, él fue el amuleto de suerte de su mamá, Isabel del Carmen Bustos. Es ella la que compra el diario todos los días y quien controla los Números de Oro. Pero esta vez, como el pozo estaba acumulado, compró tres ejemplares con sus respectivas tarjetas: una para ella, otra para su hija Isabel y otra para Miguel, cada una de ellas con el nombre anotado para que las cosas estén claras. “Desde el lunes que había quedado a un número de ganar, le faltaba el 4 solamente. El martes no apareció y ya lo dábamos por perdido, pero después llegó y fue una terrible alegría”, contó Miguel. A pesar de que la tarjeta lleve su nombre, el premio será para la mamá. “Es para ella, seguramente pondrá la plata en la casa y le hará regalos para la nieta, aunque nosotros vamos a tratar de que se haga un viajecito”, dijo el hijo.

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