Se incendió un ómnibus en Lomas de Tafí

“Una mujer que se había bajado dos segundos antes le avisó al chofer que estaba saliendo humo. Los que estábamos arriba del colectivo no nos habíamos dado cuenta hasta ese momento. El olor se hizo insoportable. Alguien empezó a gritar que nos teníamos que bajar porque se iba a prender fuego. En ese momento sólo se veía una chispa, pero al poco tiempo todo el colectivo estaba en llamas”, contó Ailén. La joven de 16 años viajaba en el interno de la línea 109 que se consumió a causa de un incendio en Lomas de Tafí. La fogata recién pudo ser sofocada cuando cuatro dotaciones de bomberos actuaron juntas.

El grito de alerta de la mujer se escuchó minutos después de las 20, cuando el interno 34 circulaba por las calles Enrico y Alicia Garzón, en el sector G del enorme barrio. Según contaron los testigos, nadie perdió la calma al bajar y el último en abandonar el colectivo fue el chofer, Pablo Bazán. Sin embargo, a los pocos segundos volvió a subir.

“Estaba en el gimnasio de acá al frente cuando escuchamos los gritos. Mi hermano me enseñó un poco cómo hay que manejarse en estos casos y por eso salí corriendo. Intenté subir al colectivo para buscar al chofer, pero la puerta de adelante estaba trabada. Subí por atrás y le dije ‘capo, vamos porque si sigue el fuego c... los dos’. Él me dio el matafuegos y lo apuntamos al motor, pero no pudimos apagar el fuego. Después paró otro colectivo y nos prestó su extintor, pero tampoco pudimos. La gente tiraba agua pero era inútil, no se podía. En un momento me tuve que alejar, nos hizo muy mal el humo, me tuve que tirar al piso”, contó a LA GACETA Hernán Salvador, un joven que tuvo que recibir oxígeno. En total, se utilizaron de forma estéril cinco matafuegos.

“Creo que las empresas, no sólo la 109, podrían capacitar un poco mejor a los empleados para situaciones como esta. Si el chofer se bloqueaba hubiese sido peor”, analizó luego Salvador.

El chofer, en tanto, fue retirado del lugar con una máscara de oxígeno porque había sido el que más expuesto había estado. Según los testigos, estaba obstinado en no bajar de la unidad hasta apagar las llamas.

Las decenas de testigos que estaban viendo la enorme bola de fuego en la que se había convertido el colectivo pronto se convirtieron en cientos cuando uno de los neumáticos del vehículo explotó y el ruido se escuchó a varias cuadras a la redonda. Pese al insoportable olor que emanaba del colectivo en llamas nadie se movió: las espectacularidad de lo que estaban viendo los había impactado. Pocos sabían del peligro que corrían al estar ahí al lado.

Muy peligroso

“El colectivo estaba totalmente tomado por las llamas. En un momento comenzó a desprenderse el combustible y eso hizo muy complicado el trabajo. El líquido comenzó a correr por la calle y tuvimos que hacer un trabajo de contención con tierra para que no se siguiera expandiendo. Las llamas fueron dantescas. Por suerte lo pudimos controlar”, contó Ángel Aguilar, jefe de los bomberos de Tafí Viejo, una vez que lograron contener el incendio.

Por otro lado, Aguilar confirmó que no hubo heridos por el hecho y que al chofer lo habían tenido que retirar, pero que se encuentra fuera de peligro ya que sólo sufrió una intoxicación.