Otro violento asalto genera preocupación en La Reducción

A las 3 de la mañana de ayer, los golpes despertaron al dueño de una casa de Barrio Arcor, en La Reducción. Cuando el hombre de 39 años abrió los ojos, no pudo más que sobresaltarse: adentro de su casa estaban dos hombres con armas de fuego que tenían el rostro cubierto con bufandas, que empezaron a gritarle que les entregue el dinero.

La víctima, mientras era apuntado por el revolver de uno de los asaltantes, los llevó hasta un ropero donde guardaba $ 20.000 y les entregó el efectivo. Sin embargo a los encapuchados la suma les pareció exigua y nerviosos, a gritos le exigieron más. Luego llegaron los golpes.

El fuerte ruido que estaban haciendo los dos hombres armados despertó a la madre del dueño de casa, una mujer de 74 años que les ofreció los $ 30.000 que había estado ahorrando. Los atacantes tomaron el dinero pero no se fueron inmediatamente, sino que ataron y taparon con colchas al hijo de la mujer. Luego sí escaparon.

Luego de algunos minutos, la mujer se acercó hasta su hijo y lo liberó. Luego llamaron a la Policía. A los efectivos les dijeron que los asaltantes vestían equipos deportivos de tela de avión y que habían estado dentro de la casa una media hora.

Hasta el lugar llegaron los efectivos de la comisaría local y luego la Policía Científica y la división Delitos Complejos de la Dirección General de Investigaciones. Después de las primeras pericias los policías se retiraron. Si bien las heridas que tenía el dueño de casa parecían leves, de todos modos se lo llevó hasta un hospital para que fuera asistido. Por ahora, los asaltantes todavía no fueron encontrados.

Otro caso

En apenas tres días, la pequeña localidad -tiene menos de 10.000 habitantes- fue testigo de dos asaltos tipo golpe comando, algo que generó pronto el temor de los vecinos.

El martes a la madrugada Graciela del Carmen Pérez fue atacada por cuatro delincuentes que le revolvieron su casa de avenida Presidente Perón. Todos tenían los rostros tapados. La golpearon, la amenazaron con contagiarla de sida y se llevaron $ 22.000 que eran para arreglar la casa y joyas que tenían mucho valor sentimental.

Lo que más asustó a la mujer es la información que manejaban los asaltantes que violaron la intimidad de su casa. “Me gritaban ‘hablá hija de p..., decí dónde está la plata’. Tenían mucha información, me trataban de cancerosa”, dijo la mujer, que sufre de cáncer de colon. “Tengo miedo de que vuelvan”, confesó ese día en diálogo con LA GACETA.