Jesús según Verhoeven

Jesús según Verhoeven

Se publicó recientemente en nuestro país un polémico libro del cineasta holandés Paul Verhoeven. Una biografía poblada de tesis controvertidas sobre la vida de Jesús de Nazaret. Su relación con los exorcismos, la traición de Judas, su concepción y su resurrección son algunos de los puntos polémicos del libro.

03 Julio 2016

Por Fabián Soberón

PARA LA GACETA - TUCUMÁN

El holandés Paul Verhoeven dirigió las películas Robocop, El vengador del futuro y El libro negro. Según consta en el prólogo de Jesús de Nazaret (publicado por Edhasa en la Argentina), su afición por los estudios teológicos tiene, al menos, veinte años. En las reuniones con el “Jesus Seminar”, un grupo estadounidense de eruditos y exégetas, surgió la idea de filmar la vida de Jesús. Esa película nunca fue realizada. Pero el fracaso de su realización condujo, quizás, a la escritura de una biografía –al menos– inusual. Verhoeven no sólo se ocupa de leer la vida histórica de Jesús sino que cuestiona, desde esa perspectiva, las versiones de la vida que se han hecho desde un “apasionamiento” espiritual que lleva veinte siglos. El cineasta escribe los capítulos como si fueran borradores de un guión futuro. Pero las partes de esta biografía insólita distan de ser bocetos cinematográficos. Cada uno analiza episodios de la vida narrada en la Biblia acudiendo a fuentes teológicas y documentos históricos que forman, por sí solos, un archivo heterogéneo y compacto. El punto de vista de Verhoeven tiene menos que ver con la pasión exitista de Hollywood que con la investigación morosa y obsesiva de un teólogo que descree de la divinidad de los hechos narrados. Abarrotados de minuciosos análisis y argumentos, el relato de Verhoeven critica los lugares comunes y las versiones que se ajustan a la mirada dogmática. El relato es continuamente interrumpido por reflexiones que rozan el ensayo personal. Cada tanto, se filtran observaciones sobre la construcción dramática de los evangelios y sobre la idea de composición narrativa de las versiones “oficiales” que escribieron los evangelistas.

Polémica

¿Cómo fue el Jesús real, el hombre de carne y hueso? Esta pregunta dispara el texto.

El libro no es una biografía en un sentido convencional. Se propone narrar el perfil histórico de Jesús según la interpretación de los textos bíblicos a la luz de las fuentes teologicas e históricas.

En uno de los primeros capítulos, cita a la teóloga Jane Schaberg quien sostiene que María, la madre de Jesús, fue violada por un soldado romano. En el mismo libro, Schaberg contempla la posibilidad de que Jesús haya nacido de un amorío o infidelidad de María. Según las fuentes paganas y judías de los siglos II y III, el nombre del solado romano era Pantera o Phantera.

Para Verhoeven es imposible que fuera fecundado por el Espíritu Santo. En todo caso, Lucas modificó el relato, eliminó el embarazo no deseado y le agregó la idea de la fecundación por el Espíritu Santo.

Jesús tenía una excelente relación con José, su padre. De eso se deduce que José fue un hombre recto que aceptó la condición de María, su mujer. Aceptó que fuera violada o que hubiera tenido una infidelidad. Según Marcos, Jesús fue carpintero; según Mateo, hijo de carpintero. En ambos casos, Jesús trabajó en la ciudad de Nazaret como carpintero y llegó a ser maestro mayor de obras o jefe de obra.

¿Cuáles fueron las verdaderas creencias de Jesús? ¿Cuáles fueron los añadidos posteriores que realizó la Iglesia cristiana? Verhoeven se ocupa de escudriñar los sinópticos y de separar la narración de los hechos de las modificaciones, los añadidos, las correcciones que hicieron Lucas, Mateo y Juan. Según el autor, el evangelio más antiguo (escrito 50 años después de la muerte de Cristo) es el de Marcos. Lucas y Mateo reescribieron el evangelio de Marcos y transformaron el relato maestro según sus necesidades y conveniencias. Juan también modificó el texto de Marcos pero guiado por un propósito teológico. Según el teólogo P. Fredriksen, “el evangelio de Juan está compuesto de forma teológica, no dramatúrgica”.

Exorcismos

¿Qué sabemos de la infancia de Jesús? Nada. Los primeros datos que entregan los evangelios son sobre su encuentro con Juan, el Bautista. Verhoeven entiende que Jesús siguió la doctrina del Bautista hasta que encontró un grupo que lo siguió a raíz del éxito de los exorcismos. Jesús fue un exorcista exitoso. Debido a la difusión de su ejercicio curativo, alcanzó una fama impensada. Los exorcismos no eran actos pacíficos y sencillos sino acciones violentas que implicaban la ira de Jesús: gritaba, gruñía, su rostro se desencajaba. Quizás estos exorcismos hicieron que su madre y sus hermanos pensaran que estaba loco y que quisieran “prenderlo” y llevarlo a casa “con violencia si hiciera falta.

En Cafarnaúm, Jesús conoció a unos pescadores que se convirtieron en el primer segmento de los apóstoles. Marcos entiende que Jesús visitó Jerusalén una sola vez. Según Juan, lo hizo cinco veces. Verhoeven sigue a Juan y sostiene que durante su primer viaje a Jerusalén, Jesús entró a la sinagoga y realizó un exorcismo que generó polémica. Fue allí, en esa sinagoga, donde empujó los mesones y las sillas y discutió con los sacerdotes judíos. Según Verhoeven, a partir del escándalo del templo, Jesús adquirió más confianza en sí mismo y empezó a bautizar por cuenta propia (de forma paralela al Bautista). Cuando se enteró del arresto de Juan, huyó al desierto. No sabemos qué ocurrió allí. Después de esos “40 días” inició su prédica de la llegada del Reino de Dios. Para el autor, esta predicación es central, es el cuerpo de la doctrina del Jesús histórico. Siguiendo a Pablo, la Iglesia cristiana amplificó la importancia de la crucifixión y la resurrección.

Verhoeven le dedica un capítulo completo a la doctrina del Reino de Dios. Según el autor Jesús creía que el Reino llegaría pronto. Todo su accionar dependía de esta creencia y su vida siguió el destino de esta doctrina. Jesús era optimista. Las parábolas y los símiles muestran la creencia férrea de Jesús de que el Reino se instalaría pronto. “Jesús consideraba los exorcismos como la primera señal de la llegada del Reino de Dios. Dicho de otro modo: los exorcismos eran la prueba de que Dios había comenzado a establecer su reinado en la Tierra”.

¿De qué modo pudo multiplicar los peces y los panes? Según el autor, este hecho sí ocurrió y fue debido a la ayuda generosa que recibió de los muchos pescadores que se encontraban cerca. Ellos pescaron en cadena y multiplicaron los peces. Esto generó una algarabía general y algunos creyeron ver en él a un líder político. Jesús no aceptó esta vindicación y se alejó a la montaña para atemperar y disuadir a la multitud de la revuelta violenta.

Muerte

Quizás una de las hipótesis más controversiales de Paul Verhoeven sea la vinculada a Judas. Sostiene la hipótesis de que Judas no traicionó a Jesús sino que la historia de la traición fue un relato agregado por los apóstoles a posteriori. Verhoeven entiende que los discípulos existieron pero que no estuvieron con Jesús la noche del arresto. De esta manera, se comprende que no hayan sido arrestados con Jesús. Así, los doce apóstoles agregaron esa información después de ocurridos los hechos según las versiones de las personas que estuvieron esa noche. Por otra parte, el texto bíblico dice que Jesús vio, resucitado, a Pedro y a los doce apóstoles. El texto incurre en una contradicción ya que Jesús no se podría haber presentado ante el que lo traicionó. Verhoeven sostiene que Judas desistió del grupo antes de ocurrida la noche del arresto y que fue considerado un apóstata. Entonces, frente al problema de identificar al traidor (de quien nunca se supo la identidad) unieron las dos situaciones problemáticas (el apóstata y el traidor) y lo fundieron en la persona de Judas, quien probablemente tampoco estuvo la noche del arresto.

Verhoeven sostiene que Jesús no regresó (no resucitó) y que el Reino de Dios nunca llegó. Jesús murió al igual que Mozart y Einstein. Sin embargo, aunque Cristo haya muerto, el autor interpreta que la prédica de Jesús tiene un valor ético. Las enseñanzas de Jesús pueden ser puestas en práctica si entendemos al otro con las mismas necesidades que tenemos nosotros, considerando a la vida humana como un valor en sí mismo, “superando el resentimiento y el rencor y recibiendo con los brazos abiertos a quien reconoce que ha actuado mal; tratando a un enemigo como un igual cuando está indefenso ante nosotros”.

¿Para quién es este libro? ¿Para quién escribe Paul Verhoeven? ¿Para persuadir a los creyentes de que Jesús murió y que el Reino de los cielos no llegó nunca? ¿Para dar argumentos a los ateos sobre la falsedad de la divinidad de Jesús? El holandés Paul Verhoeven ha escrito el libro para sí mismo. Tras una larga investigación personal accedió a una conclusión ética. Y su objetivo es compartir con los lectores “esa” deducción individual.

© LA GACETA

Fabián Soberón  
Escritor y crítico.

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