01 Julio 2016
El martes a la siesta, un grupo de alumnos atacó a Francisco Bolart, director de la escuela República del Perú, ubicada en El Palomar de Banda del Río Salí.
“El director los vio tomando una bebida alcohólica en el patio y se las sacó. Los chicos, sobre todo uno de ellos de 16 años, comenzaron a agredirlo. Con algunos docentes los sacamos afuera y ahí empezaron a tirar piedras y a patearle el auto”, explicó Héctor Sánchez, un auxiliar de la escuela.
A Bolart le pegaron dos pedradas, una de ellos en la pierna. Pero no fue el único atacado esa tarde. Según fuentes policiales, el joven de 16 años vive frente al establecimiento y pronto sus vecinos se sumaron a él en las agresiones. Hasta el lugar llegaron policías de las comisarías de Güemes y de Banda del Río Salí. También asistieron efectivos de las patrullas Motorizadas de La Banda y Alderetes. Dos de ellos fueron golpeados con piedras en el rostro y a uno le destrozaron la moto.
Pese a que decenas de personas lo defendieron, los efectivos lograron aprehender al menor. Según comentaron, cuenta con antecedentes y se encuentra haciendo una reinserción social en la escuela. Al otro día fue liberado. Los efectivos aseguraron que a ellos nadie les dijo nada sobre bebidas alcohólicas y que tenían entendido que los jóvenes estaban cometiendo desmanes.
“El director los vio tomando una bebida alcohólica en el patio y se las sacó. Los chicos, sobre todo uno de ellos de 16 años, comenzaron a agredirlo. Con algunos docentes los sacamos afuera y ahí empezaron a tirar piedras y a patearle el auto”, explicó Héctor Sánchez, un auxiliar de la escuela.
A Bolart le pegaron dos pedradas, una de ellos en la pierna. Pero no fue el único atacado esa tarde. Según fuentes policiales, el joven de 16 años vive frente al establecimiento y pronto sus vecinos se sumaron a él en las agresiones. Hasta el lugar llegaron policías de las comisarías de Güemes y de Banda del Río Salí. También asistieron efectivos de las patrullas Motorizadas de La Banda y Alderetes. Dos de ellos fueron golpeados con piedras en el rostro y a uno le destrozaron la moto.
Pese a que decenas de personas lo defendieron, los efectivos lograron aprehender al menor. Según comentaron, cuenta con antecedentes y se encuentra haciendo una reinserción social en la escuela. Al otro día fue liberado. Los efectivos aseguraron que a ellos nadie les dijo nada sobre bebidas alcohólicas y que tenían entendido que los jóvenes estaban cometiendo desmanes.
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