Monteagudo estuvo preso en Tucumán

Monteagudo estuvo preso en Tucumán

Entre septiembre y octubre de 1811, por el desastre de Huaqui. Luego, fue liberado e indemnizado.

MONTEAGUDO. El doctor fue traído a Tucumán preso desde Jujuy. MONTEAGUDO. El doctor fue traído a Tucumán preso desde Jujuy.
Es curioso recordar que la última vez que estuvo Bernardo de Monteagudo en su ciudad natal de Tucumán, tenía carácter de prisionero. Ocurrió en 1811. El doctor Monteagudo era secretario y hombre de confianza del doctor Juan José Castelli, jefe del ejército patriota que, tras haber triunfado en Suipacha (7 de noviembre de 1810) había sido completamente derrotado en Huaqui, el 20 de junio de 1811. La Junta Grande responsabilizó a Castelli por el contraste, y dispuso su arresto y procesamiento.

La medida alcanzó también a Monteagudo. Fue puesto en prisión en Jujuy, y traído a Tucumán en esa condición, cuando corría septiembre de 1811. Entretanto, en Buenos Aires, la Junta había sido sustituida, el 23 de ese mes, por un Triunvirato.

Este acordaría, el 11 de octubre, rehabilitar al doctor Monteagudo. Envió un oficio a Tucumán, ordenando que se lo pusiera de inmediato en libertad, restituyéndole “todos los daños y perjuicios ocasionados”. Ni bien liberado, Monteagudo se puso en marcha a Buenos Aires, donde iniciaría su brillante y tumultuosa carrera de periodista y político.

Ya nunca regresó a Tucumán, pero tendría con la ciudad natal gestos afectuosos. Con ocasión de la batalla del 24 de septiembre de 1812, pronunció, en la Sociedad Patriótica, uno de los panegíricos más fervorosos de ese triunfo. “El grande y augusto deber que nos impone la memoria de las víctimas sacrificadas el 24 de septiembre, es declarar y sostener la independencia de América”, decía uno de sus párrafos.

El 22 de febrero de 1813, en nota a nuestro Cabildo, llamaba a la victoria de Campo de las Carreras “el suceso más notable de la revolución del Sud”. Informaba que la Sociedad Patriótica había hecho confeccionar “una lámina de plata con sobrepuestos de oro, dedicada a tan valerosa ciudad”. Lamentaba que “a pesar de mis esfuerzos, recién la ha concluido el artista”. Pero anunciaba que dentro de pocos días iría a llevarla a Tucumán el doctor Antonio Álvarez Jonte, quien salía en gira a las provincias del interior. ¿Qué destino posterior habrá tenido esa rica pieza, si es que alguna vez llegó a nuestra ciudad?

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