Seis claves para entender qué puede pasar en el segundo semestre

Seis claves para entender qué puede pasar en el segundo semestre

A horas de que arranque la segunda mitad del año, los analistas creen que será moderadamente mejor la primera parte del 2016.

INFLACIÓN. Se espera que los precios dejen de subir de manera paulatina. FOTO TOMADA DE ELONCE.COM INFLACIÓN. Se espera que los precios dejen de subir de manera paulatina. FOTO TOMADA DE ELONCE.COM
Muy pocas veces antes en la historia económica argentina un segundo semestre del año ha sido tan especial como el que se viene. Y esto responde, en gran parte, a las definiciones oficiales acerca de una mejora de la economía apuntalada por los colaboradores del presidente Mauricio Macri, y también, por las expectativas que tienen los empresarios de que la situación se modifique a partir de medidas oficiales que mejoren la productividad, la competitividad y, en definitiva, que le brinde cierta previsibilidad a los precios.

Según un sondeo efectuado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), un 70% de los ejecutivos argentinos cree que en el segundo semestre le irá moderadamente mejor (49%) o mucho mejos (21%) respecto de la primera mitad de 2016. Pero, ¿cómo pinta el cierre de este año considerado de transición económica? Aquí seis claves:

- Inflación: el primer semestre ha dejado un arrastre estadístico que, difícilmente, puede ser disminuido con fuerza. El índice de precios al consumidor terminará la primera mitad del ejercicio por encima del 20% y muy cerca de la pauta originalmente prevista por la Casa Rosada, del 25% anual. El propio ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, ha proyectado que el ejercicio cerraría con una inflación cercana al 40%. Es posible que la desaceleración de los precios sea paulatina y que, en el último trimestre de este año, tienda a ubicarse en un promedio del 1,5% mensual.

- Tarifas: los funcionarios juran que no habrá drásticos incrementos, como los que se observaron durante el primer cuatrimestre de este año. Sin embargo, nada asegura nuevos reajustes, particularmente en el valor de la tarifa de electricidad (que en el caso de Tucumán se proyecta un reajuste del 30%), más aún previendo la llegada del período de altas temperaturas, que incrementan exponencialmente el consumo, es decir, hacia el último tramo del año. Una de las políticas oficiales ha sido, veladamente, la de desalentar el consumo energétic con los altos precios. Un punto a seguir, además, es la posibilidad de que haya nuevos aumentos en el valor del combustible.

- Dólar: la divisa estadounidense está en zona de turbulencias. Algunos sectores empresariales vienen insistiendo sobre los efectos negativos para sus actividades y la pérdida de competitividad que le significa tener un tipo de cambio atrasado. Los analistas, no obstante, creen que esa volatilidad en la cotización del dólar irá corrigiéndose hasta ubicarse en una banda de entre $ 15 y $ 15,50 hasta fin de año. De todas maneras, esa estabilidad cambiaria dependerá de la posible llegada de más capitales que acrecienten no sólo la oferta de dividas, sino también las reservas del Banco Central.

- Productividad: la inversión no será tan dinámica como se había previsto. Los hombres de negocios esperan que mejoren las condiciones económicas para incrementar los niveles de producción. La caída del consumo ha sido evidente durante el primer tramo del año, particularmente por la baja del poder adquisitivo de los asalariados. Seis de cada 10 empresas esperan que el gobierno avance en una reforma impositiva, que tienda a bajar la carga fiscal a las distintas actividades; de la misma manera, los trabajadores aguardan certezas respecto de las modificaciones en el impuesto a las Ganancias y a los Bienes Personales.

- Empleo: de acuerdo con la encuesta de IDEA, el 50% de las empresas consultadas sugiere un aumento de la dotación, pero atendiendo a la mejora en los niveles de consumo. Asimismo, un 14% prevé bajas en el plantel. La mayoría de las compañías están en un proceso de reingeniería interna, con el fin de mejorar la competitividad interna, de tal modo de evitar despidos o suspensiones. Gran parte de la toma de empleados dependerá de la recuperación del mercado interno.

- Consumo y actividad: será la gran vedette del segundo semestre. El efecto de las paritarias será más acentuado en el último tramo de 2016. Además, a partir de agosto, los jubilados y pensionados tendrán más posibilidades de mejorar el consumo, con el incremento en sus haberes y con el efecto de la reparación histórica por el pago de los juicios. A su vez, podrá observarse una mejora en la actividad económica por efecto de la obra pública que, a su vez, puede dinamizar el alicaído mercado laboral. El crecimiento sostenido, en definitivo, será la materia pendiente para 2017.

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