Tentativa de deskirchnerización
José Alperovich no puede negar su kirchnerismo. El gen K está en su ADN. Diga lo que diga, él ha sido durante 13 años el kirchnerismo en Tucumán. Está claro que el ex gobernador no atraviesa una crisis de conciencia por su fidelidad al proyecto de Néstor y Cristina. Sólo quiere sobrevivir a la muerte de lo que fue otro ismo dentro de la historia del peronismo.

¿Podrá evitar Alperovich que su suerte política quede atada a los destinos judiciales de Cristina Fernández de Kirchner -con quien realmente nunca pareció llevarse bien-, del ex ministro de Planificación Julio De Vido y del ex secretario de Obras Públicas José López -con quienes realmente parecía llevarse muy bien-?

El hombre que más dinero público manejó en la historia de la provincia dejó hace ocho meses el sillón de Lucas Córdoba y no ha recibido hasta ahora ninguna convocatoria desde los Tribunales. Pero la avanzada del fuero federal sobre ex funcionarios de la última década no parece haber llegado a su techo. Uno de los pocos aliviados en ese sentido es el sucesor de Alperovich, Juan Manzur. A menos de dos semanas para los festejos del 9 de Julio, que lo tendrán por anfitrión, Manzur obtuvo el sobreseimiento definitivo en la causa Qunita por parte del juez federal Claudio Bonadio, a quien el kirchnerismo señala como un magistrado afín a Cambiemos. Pese a haber sido el ministro de Salud favorito de Cristina, el médico forma parte del lote de mandatarios peronistas dispuestos a negociar con la Casa Rosada cualquiera de los temas en agenda, en pos de la gobernabilidad.

¿Qué puede ofrecerle la provincia donde más votos tuvo la fórmula Scioli-Zannini a la gestión nacional de Cambiemos? Sin fuerza absoluta en el Congreso, los votos de diputados y de senadores son agua en el desierto para el macrismo. El peronismo tucumano tiene por capital cinco representantes en la Cámara Baja y dos en la Cámara Alta. Pero hubo dos diputados que se rebelaron en la sesión por el pago a los fondos buitre y que, desde entonces, son observados de reojo por la Casa de Gobierno. Marcelo Santillán y Mabel Carrizo, esposa del ex legislador camporista Jesús Salim, demostraron su fidelidad hacia el proyecto kirchnerista. Junto a ellos había alzado la mano Alicia Soraire, pero los operadores de 9 de Julio y San Martín consiguieron reinsertarla a sus filas. Cuando el vicegobernador Osvaldo Jaldo le pidió explicaciones a Salim por los votos de Santillán y Soraire, el dirigente k le respondió: “nosotros nos debemos a Cristina y a Máximo (Kirchner)”. Al poco tiempo, Salim dejó de ser empleado de la Presidencia de la Legislatura.

La disidencia entre los oficialistas tucumanos del Congreso quedaría reflejada en los próximos días. En Diputados, hubo charlas con Diego Bossio, uno de los primeros en renunciar a su pasado K, para incorporar al Bloque Justicialista a los tucumanos José Orellana, Miriam Gallardo y Soraire, los tres que se mantienen alineados a la Casa de Gobierno. Cuentan que en las últimas horas, el presidente del PJ nacional, el sanjuanino José Luis Gioja, habría dado luz verde para la conformación de un interbloque amplio. Así, podrán convivir dentro de un mismo espacio -que dejará de llamarse Frente para la Victoria- los justicialistas de diferentes vertientes. Gioja quedaría como cabeza de esa bancada, en la que también tendrían cabida los representantes del núcleo duro K, como Héctor Recalde y Axel Kicillof. Santillán y Carrizo pasarían a formar parte de este grupo.

El oficialismo de la Legislatura no ha sentido hasta ahora los efectos de la deskirchnerización. No hay dirigentes K en las bancas desde la salida de Salim. Y desde hace varios años el bloque lleva la denominación Tucumán Crece, por lo que no habrá que quitarle el sello del FPV, como sí lo hicieron -en línea con la Cámara de Diputados- los concejales peronistas de San Miguel de Tucumán y de Famaillá.

Podría tomarse como indicio de la depuración kirchnerista la designación del abogado penalista Gustavo Romagnoli como vocal de la sala II de la Cámara Penal de la Capital. Ayer el futuro magistrado superó la entrevista de la comisión de Peticiones y Acuerdos. Según las versiones en el oficialismo, Alperovich lo había descartado en 10 ternas del Consejo Asesor de la Magistratura por un supuesto rechazo de Susana Trimarco hacia el letrado. Ya sin Cristina en el poder, Romagnoli llegará al Poder Judicial de Tucumán en la próxima sesión de la Legislatura.

La tentativa de deskirchnerización de Alperovich sacó de eje a los oficialistas tucumanos, que deberán optar por negar su pasado reciente o por contradecir a uno de sus tres líderes, quizás el más encumbrado. La prueba está en que el ex radical aún le marca el rumbo al peronismo local.

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