El hombre que está detrás de las marquesinas

El hombre que está detrás de las marquesinas

Su nombre es muy conocido porque está en boca de los artistas argentinos y en los espectáculos más relevantes desde los años 70

DETRÁS DE CÁMARA. “Creo que más que creador soy iluminador de estrellas”, afirma sin ambages. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO. DETRÁS DE CÁMARA. “Creo que más que creador soy iluminador de estrellas”, afirma sin ambages. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO.
“Nacha, Cipe, Piazzolla, Los Zupay, todos... Les Luthiers estaban pero no me querían; me vinieron a buscar ya ancianos, en 1996. Mirá qué gracioso -advierte-: en el 86, Julio Bocca, y en el 96, Les Luthiers. En 2006 ¿qué hice? ¡cumplí 60 años! En abril pasado, los 70 los festejé con toda mi familia donde nací, en Gaeta (Italia).

Desgrana tantas historias, anécdotas y opiniones que todo tiempo de entrevista con Lino Patalano es poco. El director, productor y mánager del Teatro Maipo es gracioso, canchero, y apabulla con nombres rutilantes del espectáculo argentino.

La primera vez que vino a Tucumán trajo a Niní Marshall. Muy amigo de Mercedes Sosa, con ella venía a comer empanadas en lo de la madre. Esta vez vino invitado por Raúl Armisén, administrador del Teatro Mercedes Sosa, por la inauguración de la flamante marquesina.

. Artistas, historias. “Mucha historia, no siempre feliz. Traje por primera vez Gal Costa, a Caetano Veloso. Hice la Ópera de Malandro con Chico Buarque y me fundí (no por él sino porque no era buena). Después apareció Norma Aleandro, y ahora Mercedes Morán, dirigida por Claudio Tolcachir con un unipersonal (’Ay, amor divino’)”. Empieza a “vender” muy bien la obra.

. La agenda. “Estamos armando”, repite, como mecánico de una maquinaria compleja. “Preparamos los 50 años de Les Luthiers (2017); la programación de Mar del Plata (tengo tres teatros en un momento muy difícil); en diciembre Mercedes Morán va a España; un Maipo tango para toda Europa; un espectáculo nuevo con Mora Godoy. Bueh, digo que no voy a hacer nada y estoy con quinientas cosas, pero me divierte”, se ríe con ganas y retoma. “Para niños va ‘María Elena Rock’ en la sala chica del Maipo . Son todas las canciones de María Elena Walsh en tiempo de rocanrol. Más algunos shows de stand up; llevando a (Martín) Bossi a España y armando un espectáculo nuevo con (Sebastián) Wainraich, yo qué sé...”

. La coyuntura . “Confío que ya hemos pasado tantas... Me duele que siempre volvamos a lo mismo. En España o Italia están complicados; te dicen no se calienten, ya van a salir. Y ¿cómo? Soy creyente: creo que nos vamos a levantar de alguna manera. Sería lindo no salvarnos, sino vivir bien y crecer”.

. Las tarifas. “El panorama es catastrófico. No tanto para los teatros comerciales (nosotros podemos hipotecar el teatro y pagar la luz). Para todo el circuito alternativo, que es maravilloso, es matar la creación. Y ya nos mataron una vez con diez años de represión en la dictadura, que significó un vacío de 20 años”.

. Panorama porteño. “Ahora, en este momento, volvió una movida cultural importante con Tolcachir a la cabeza; hay actores, músicos, bailarines... A los 18 años a Julio Bocca le preguntaban de qué escuela venía. La escuela en este país es maravillosa porque desde 1800 vinieron las mejores compañías de teatro del mundo, los mejores cantantes y bailarines. Eso fue dejando secuela que después acá fue forjando una personalidad propia”.

. Profesión: iluminador. “Una vez me dijeron que era un creador de estrellas. Creo que soy un iluminador. La estrella nace. Uno la puede iluminar de una forma u otra para que se la vea o no se la vea”.

. El interior. “Siempre existió cierto menosprecio por el teatro del interior. Es mentira en el interior no hay circuito alternativo de teatro, danza y música; lo que pasa es que no se fomenta y no se muestra”.

. Teatro Mercedes Sosa. “Yo lloraba cada vez que venía a Tucumán y veía este edificio cerrado. ¡Hasta que se puso en marcha el Mercedes Sosa y le pusieron ese nombre! Venís y el teatro está impecable; te atienden bien; el público está cómodo. Cuando la gente llega al teatro hay que agasajarla porque está viniendo a tu casa. Tenés que tratarla bien en la boletería; tenés que tratar de no robarle; tenés que tratarla bien en el hall, que la traten con seriedad los acomodadores, y que esté limpia la casa; puede estar raída pero no sucia”.

. Artistas, a escena. “Cuando estamos montando una obra de teatro yo voy y espío, pero no la veo completa. Voy al estreno porque me encanta vivir la emoción del debut. El miedo al estreno es asunto del que está arriba del escenario. Lo que pasa es que los artistas son seres carenciados. Puede ser Barbara Streisand o Norma Aleandro; ser Dios, la virgen, la Santísima Trinidad, el Buda... pero cuando suben al escenario se quedan solos. Por más que haya un elenco, si les dan mal el pie sonaron, y si ellos no le dan el pie a un compañero, sonaron también. Y si la luz no se enciende... y si... Yo los amo porque cuando suben al escenario son seres carenciados. Después, cuando terminan, el aplauso del público los vuelve dioses”.

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