“Todos los que fuimos acusados somos unos perseguidos políticos”

Víctor Alberto Suárez, en una charla telefónica con LA GACETA, aseguró estar desesperado. “Me están matando de a poco. Todos los que estamos acusados somos perseguidos políticos”, aseguró el acusado de integrar el denominado “Clan Ale”.

El “Pelao”, como es conocido, consiguió permiso de las autoridades del penal de Colonia Pinto para defenderse de las acusaciones que le hizo el juez Fernando Poviña.

- ¿Por qué cree que son perseguidos políticos?

- Porque (Susana) Trimarco hizo una denuncia para justificar que hace algo con la plata que recibe de la Nación. Es más, estamos pasando esta situación por Cristina (Kirchner), la ex presidenta. Todos los fiscales y jueces que entendieron en la causa tuvieron algún tipo de vinculación con el kirchnerismo.

- ¿Niega todas las acusaciones que le hicieron al grupo?

- Rotundamente. No veo la hora de que se haga el juicio para demostrar todas las irregularidades que hay en el caso.

- ¿Qué tipo de irregularidades?

- El hombre que aparece en la causa como testigo con identidad reservada es el mismo que me pidió dinero para los funcionarios del juzgado que dirige Poviña. Él es el hombre que dijo que esta banda lavaba dinero y que estaba vinculado al tráfico de drogas.

- ¿Denunció esa situación?

- Después de mucho insistir conseguí que Pedro Simón, fiscal federal de Santiago del Estero, recibiera la denuncia. Lo mismo hice con el fiscal Antonio Gómez. Espero que se investiguen estas denuncias.

- ¿No fue testaferro de Rubén “La Chancha” Ale?

- Jamás, sólo soy amigo del señor Ale.

- ¿Qué puede decir del contrato que firmó con él cuando era presidente de San Martín?

- Sólo quería darle una mano al club brindándoles agua caliente a los miles de chicos que practican deportes en ese lugar. A cambio de quedarme con el manejo de la cantina, hice instalar la red de gas natural en el Complejo. Esa fue una obra que no hizo ningún dirigente del club ni ningún político de la provincia.

- ¿Cuál fue la inversión que realizó?

- Si no me equivoco, fue de $180.000. A cambio me quedaba con la concesión de la cantina desde 2010 hasta 2017. Por respeto a la memoria de su padre, entregué la cantina al presidente Oscar Mirkin antes de que se venciera el plazo del contrato.

- ¿Cómo espera el juicio?

- Estoy desesperado que comience. No quiero que haya trabas para demostrar mi inocencia en el debate. Estoy en prisión hace más de un año y no recibo la atención médica que corresponde. Por la diabetes que sufro, estoy quedando ciego.