"Hubo grises en el sinceramiento tarifario"

"Hubo grises en el sinceramiento tarifario"

Sergio Berensztein considera que el Gobierno aún no pudo generar un ámbito para que el sector privado concrete decisiones de inversión. Qué sucederá en el mentado segundo semestre.

EN TUCUMÁN. Berensztein intercambió opiniones con empresarios locales en San Javier. Foto de Archivo. EN TUCUMÁN. Berensztein intercambió opiniones con empresarios locales en San Javier. Foto de Archivo.
26 Junio 2016

› SERGIO BERENSZTEIN
Licenciado en Historia (UBA) y PhD y Master en Ciencia Política, University of North Carolina at Chapel Hill, es investigador en la Universidad Torcuato Di Tella (Ciencias Políticas).
› SERGIO BERENSZTEIN
Licenciado en Historia (UBA) y PhD y Master en Ciencia Política, University of North Carolina at Chapel Hill, es investigador en la Universidad Torcuato Di Tella (Ciencias Políticas).

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La inversión estatal en obra pública, el impacto gradual de las paritarias en los salarios y las ventas de productos agrícolas sin retenciones a la exportación son los argumentos que esgrime el Gobierno nacional para proyectar una recuperación inicial de la economía durante el segundo semestre del año. El analista Sergio Berensztein destacó los logros y subrayó los errores de la política económica que aplicó el Gobierno del presidente Mauricio Macri en la primera mitad del año. Durante una entrevista con DINERO, luego de intercambiar opiniones, en San Javier, ante empresarios locales, el presidente y director general de Berensztein, consultora de análisis político estratégico, proyectó un descenso moderado de la inflación y una recuperación tenue de la actividad económica. No obstante, el experto recalcó que ambos factores no alcanzarán para revertir este año el ánimo social, en relación al rumbo de la economía.
  
-¿Hubo aciertos en las decisiones económicas del Gobierno durante el primer semestre?

Tuvo éxitos con la salida del cepo cambiario y con el acuerdo por la deuda con los holdouts. Por otro lado, también es cierto que la corrección cambiaria (la devaluación del peso en relación al dólar) generó una inflación inercial que, en la actualidad, retrasó el valor del tipo de cambio. Esto es bueno para los consumidores, porque se contiene el impacto en los precios, pero es malo para la economía, porque afecta a los sectores exportadores. Pese a esto, el Gobierno manejó la situación con mucha suficiencia.

-¿Cuáles fueron los errores en estos meses de gestión?

-Hubo grises en el sinceramiento tarifario. No por los aumentos, que eran inevitables, sino porque el Gobierno no llamó a audiencias públicas. De haberlo hecho, hubiese evitado los amparos y le hubiese dado legitimidad al proceso de sinceramiento tarifario. La tarifa social está bien pensada, pero hubo errores en la aplicación. Estas son las cosas para cuestionar.

-La llegada de inversiones fue una de las promesas...

-Sí. Este es otro punto gris. El Gobierno aún no pudo generar un ámbito para que el sector privado, tanto local como externo, concrete decisiones de inversión. El clima mejoró, hay interés, pero todavía hay dudas.

-¿Qué aspectos de la economía generan dudas en los inversores?

-En primer lugar, los problemas fiscales. El gasto público sigue muy elevado, pero hay que aclarar que no está desbordado. Hay políticas orientadas a controlarlo, pero la realidad es que el nivel de erogaciones en la Argentina sigue siendo muy alto. En segundo lugar, el déficit fiscal también está alto y en tercer lugar el superávit comercial, que tampoco despega, debido la crisis económica que afronta Brasil.

-¿El proyecto de ley para pagar deudas a jubilados puede complicar el horizonte fiscal?

-En principio sí. Claramente, esta decisión genera una incertidumbre fiscal, pero el Gobierno nacional debe pagar los juicios previsionales (por haberes mal liquidados). No puede postergarlos eternamente. Además, ese gasto irá después al consumo. Si uno se pone a analizar, entre 2005 y 2012 fue el período en el cual se calcularon mal las jubilaciones. Es una etapa relativamente corta. Una vez que se paguen esas deudas se podrá corregir el problema fiscal. Para ello, habrá que discutir el funcionamiento del sistema jubilatorio. El Gobierno lo asumió y está muy bien.

-¿Qué reacción percibe en el mercado, y en la sociedad, ante este cambio de modelo económico?

-El Gobierno mostró que está comprometido en bajar la inflación y en abrir la economía. Pero el mercado, y la sociedad, está en una etapa en la cual aprende lo que el Gobierno quiere hacer. El Ejecutivo observa cómo la sociedad se adapta a una economía más de mercado y, a su vez, el mercado mira los movimientos del Gobierno, pero actúa en forma gradual. El resultado de esto es que se postergan las decisiones de inversión.

-¿Cómo evalúa los argumentos del Gobierno para proyectar un crecimiento en el segundo semestre?

-Se espera un shock de obra pública que, además, ayudará a reactivar el empleo en el país. A esto se suman el medio aguinaldo, el impacto gradual de las paritarias y el pago a los jubilados. Estos tres factores influirán sobre el consumo, que todavía sigue en caída. También hay que mencionar las licitaciones para impulsar proyectos de energías renovables y la primera siembra de cosecha sin retenciones. Todos estos factores pueden ayudar a un leve crecimiento de la economía.

-¿Mejoró las percepción sobre el clima político del país?

-Sí. El colapso del kirchnerismo permitió que bajara a cero el riego de gobernabilidad. Este es un factor importante para la llegada de inversiones y un activo con el que cuenta el Gobierno que conduce Macri. Sin embargo, es un activo de corto plazo, porque si el peronismo se reorganiza y hace una buena elección el próximo año, al Gobierno le costará consolidar su poder. Y eso no es poca cosa.

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