Gen Rosso los transformará en artistas profesionales

“Aquí no hablaremos de qué Fazenda eres tú, ni de a qué comunidad pertenezco yo. ¡Aquí seremos todos una única familia! Cuando estemos arriba, en el escenario, debemos lograr que las 50.000 personas vean a una sola familia ... ¡porque trabajamos en equipo!” De esta manera Rita Santos les habló en su idioma, el portugués, a más de 200 chicos tucumanos que se congregaron ayer por la mañana en la Sociedad Rural de Tucumán para comenzar los ensayos del famoso espectáculo de Gen Rosso. Por increíble que parezca, el proyecto “Fuerte sin violencia” que lleva adelante el grupo internacional se propone que en apenas ocho horas de ensayo los jóvenes - todos de barrios periféricos, de las cuatro Fazendas de la Esperanza y de ONG- se conviertan en artistas profesionales cuando suban al escenario.

El espectáculo se presentará tres veces en Tucumán, en el marco del Congreso Eucarístico Nacional. Será con entrada gratis. Gen Rosso viene en una gira por el cono sur, siempre captando chicos adictos en situación de calle y con problemáticas sociales para demostrarles, a través del arte, que son capaces de hacer algo extraordinario. En la presentación de ayer, Rita Santos contó que los 18 integrantes de Gen Rosso pertenecen a nueve países diferentes y que ya trabajaron en 115 comunidades. El cordobés Lito Amuchástegui, se mostró feliz por trabajar en su país, ya que generalmente le toca hacerlo en el extranjero.

“Lo que hacemos no es un casting ni una selección de quién es el mejor. Por el contrario, queremos darles la oportunidad a los chicos de que sientan que pueden ser mejores”, explica el joven Ponssy De Pascal, de Tanzania, África, que es el coreógrafo del grupo. “Lograr que los chicos suban al escenario como verdaderos profesionales a pesar del poco tiempo que tenemos no es tan difícil. Siempre tenemos un lema: cada uno tiene que venir por el otro. Contribuir con lo que tiene para el otro. Entonces, cuando subimos al escenario no hay dificultad, ¡es siempre una alegría!”, cuenta el joven africano.

Ponssy cuenta que fue futbolista durante siete años, luego estudió Ingeniería. “Pero no sabía que tenía otro talento escondido”, dice con una sonrisa. “Cuando estaba estudiando en Italia, donde tiene sede Gen Rosso, pude hacer esta experiencia como la de los chicos. Dijeron: este chico tiene un talento y me preguntaron si estaba contento por hacer algo por la humanidad. Yo dije que sí me gusta y por eso estoy acá”, sonríe el joven, que a los 24 años decidió sumarse a la gran familia “trashumante” de Gen Rosso.

Amuchástegui contó que cuando tuvieron oportunidad de volver a las comunidades donde años atrás había presentado el espectáculo se dieron con que muchos chicos habían dejado la marginalidad y se encontraban haciendo una vida nueva y positiva. “La experiencia que tenemos es que para los chicos que participan en este show profesional esto es un gran cambio en sus vidas”, dijo.

En el salón de Rural había pura alegría y adrenalina. Cada uno eligió en qué taller inscribirse: baile, coreografía, teatro y otros más.

“Estamos felices de estar aquí, porque hemos sido elegidos”, dicen Oscar Barrera, de 24 años, de la Fazenda de La Rioja, y Matías Moreno, de 25 años, de la Fazenda de Aguilares. Matías luce en el cuello una cruz de nudos que le regalon sus compañeros. “De aquí hasta aquí - señala- la hizo un hermano, y de aquí hasta aquí otro. La cruz la hizo un tercero”, cuenta con emoción. Jonás Gallardo, de 18 años, tiene otra cruz parecida. Las mellizas Marina Ayelén y Rocio Nazarena, de 15 años, del barrio Acceso Este, de El Colmenar, están felices de participar en el show: “no sabemos qué vamos a hacer todavía, ¡pero el sólo hecho de que nos hayan elegido para participar nos encanta!”.

LAS TRES FUNCIONES DE GEN ROSSO

• Mañana y el viernes, a las 20, teatro Mercedes Sosa (las entrada se entregan gratuitamente desde hoy en ese lugar).

• El sábado, a las 21, en el hipódromo, como cierre de la jornada del CEN.