El juez Poviña se excusó y le pasó a Bejas el caso de la facultad de Artes

El conflicto por los docentes titulares electos en el consejo directivo de Artes parece lejos de resolverse. El 9 de mayo, Rodolfo Juárez y Adriana Marin, docentes de la facultad de Artes, presentaron en el juzgado Federal N° 2 de Fernando Poviña una acción de Amparo contra la Junta Electoral de la UNT.

Cuestionaron la conformación del padrón electoral de docentes titulares y solicitaron la suspensión de los comicios. Como el proceso electoral continuó, entonces, el juez Poviña resolvió la suspensión de la proclamación de los ganadores. Además, envió un pedido de informes a la UNT para resolver la cuestión de fondo. Cuando la UNT presentó el informe, además, solicitó el rechazo de la medida cautelar. Amparándose en una parte del artículo 4 de la Ley 26.854 entendieron que la cautelar quedaba sin efecto. Poviña no resolvió, sino que envió la causa a la Cámara Federal de Apelaciones.

Convocado a opinar por la Cámara de Apelaciones, el fiscal general, Antonio Gómez, señaló que quien debía resolver la cuestión era el juez Poviña. Además, advirtió sobre el incumplimiento de la medida cautelar por parte de la Junta Electoral de la UNT. “A pesar de encontrarse debidamente notificada (la medida cautelar) se procedió a la proclamación de los consejeros docentes electos de la Facultad de Artes”, señaló Gómez en su escrito. Por lo tanto, agregó Gómez que remitiría las actuaciones al fiscal de primera instancia para que determinara si se cometió algún ilícito. En consecuencia, el 2 de junio, la Cámara resolvió devolver el expediente al juzgado de origen, “debiendo el señor Juez pronunciarse de manera inmediata respecto de lo solicitado por la UNT”. El 6, Poviña se excusó de seguir interviniendo en estos términos: “me inhibo de continuar entendiendo en la presente causa, por razones de decoro y delicadeza”. Envió la causa al juez federal N°1, Daniel Bejas.