Agoniza el arrecife de coral más grande del mundo

Agoniza el arrecife de coral más grande del mundo

Hoy se celebra el Día del Medio Ambiente y uno de los mayores seres vivos del planeta muestra signos de deterioro.

PIERDE SUS VIBRANTES COLORES. La Gran Barrera de Coral australiana se está volviendo blanquecina debido al desastre ecológico que genera el calor. Credit Agence France-Presse / XL Catlin Seaview Survey PIERDE SUS VIBRANTES COLORES. La Gran Barrera de Coral australiana se está volviendo blanquecina debido al desastre ecológico que genera el calor. Credit Agence France-Presse / XL Catlin Seaview Survey
05 Junio 2016

Roger Cohen / The New York Times

MELBOURNE, AUSTRALIA.- Tim Flannery, científico y ambientalista que fue nombrado Australiano del Año en 2007, perdió su empleo en 2013. El gobierno de derecha del primer ministro Tony Abbott, en el poder en ese tiempo, cerró la Comisión del Clima que presidía Flannery en una medida tajante, destinada a demostrar su desdén por el cambio climático. La comisión había sido establecida dos años antes para aportar “información autorizada” al pueblo australiano. Pero Abbott, miembro del conservador Partido Liberal, no tenía tiempo para tal información. El cambio climático -aseguró en su autobiografía- eran sandeces. Había estado ocurriendo “desde los principios de la Tierra”. Por lo tanto, no tenía sentido “importar costos sustanciales a la economía ahora, a fin de evitar cambios en el futuro que nos son desconocidos y que incluso podrían ser benignos”.

Una guerra cultural

“Para Abbott, yo era la encarnación del diablo”, me dijo Flannery. A lo largo de todo el mundo desarrollado -desde los petroleros que gritan “¡Perfora, chico, perfora!” en Estados Unidos hasta el ataque de Abbott contra la legislación de energía limpia en Australia- negar el cambio climático se ha vuelto una insignia tribal, casi masónica, de la derecha amante del carbón y del combustible fósil. En las guerras culturales de la actualidad, esta cuestión es tan incisiva como la que más.

Gracias al financiamiento masivo, Flannery recaudó el dinero necesario para convertir la comisión financiada por el gobierno en el Consejo Climático, una organización sin fines de lucro que tiene las mismas funciones. En mayo, él se dirigió a la Gran Barrera de Coral para ver qué “cambios benignos”, como diría Abbott, ha producido el calentamiento global en el arrecife de coral más grande del mundo. Lo que vio al noreste de Port Douglas, en el borde externo del arrecife, la pareció devastador.

El arrecife de coral es uno de los seres vivos más grandes del planeta, pero ha empezado a dar muestras de deterioro. Y no se sabe si podrá recuperarse. Un organismo más o menos del tamaño de Alemania se está blanqueando a morir. Más del 90% del arrecife examinado por Flannery sufre deterioro. El blanqueamiento ocurre cuando el calor y la luz solar en exceso hace que las algas, que le dan al coral sus vibrantes colores, produzcan toxinas.

Afecta el ecosistema

Esas toxinas, a su vez, repelen a los diminutos animales llamados pólipos, que son esenciales para el ecosistema coralino. Como lo explica mi colega Michelle Innis: “Cuando se mantiene el estrés del calor, se mueren de hambre.” Ya que los arrecifes de coral mantienen a enormes bancos de peces, la subsistencia -e incluso la sobrevivencia misma- de incontables personas dependen de ellos.

Son bastante claras las causas de ese desastre. El impacto del aumento de la temperatura del agua causado por el cambio climático se complicó por el ciclo de El Niño y una onda de calor submarina. Este año, en un estudio de 520 arrecifes que forman la sección septentrional de la Gran Barrera, los científicos encontraron que solo cuatro estaban libres del blanqueado. Casi 1.000 km de arrecife anteriormente prístino ahora está afectado.

“Sabía que había blanqueado, pero no a este grado”, me comentó Flannery. “Para mí, es casi como ver morir a mi padre, ver que su organismo poco a poco se va apagando.”

Además de tener el arrecife de coral más grande del mundo, Australia también es el cuarto productor mundial de carbón. Las plantas de energía alimentadas por carbón generan una tercera parte de la electricidad del país y las exportaciones de carbón a China, Japón, Corea del Sur y la India representan ingresos por miles de millones de dólares al año. El país ha sido llamado “la cantera de Asia”. Pero, por supuesto, las plantas de carbón, algunas muy viejas, escupen en la atmósfera bióxido de carbono y otros gases con efecto de invernadero.

Así pues, es el coral contra el carbón, la salud del planeta contra una gran industria, la ciencia contra la pandilla inspirada por Abbott que niega la realidad. Y como para ilustrar las divisiones de Australia, el ministro del ambiente de la provincia de Queensland, en referencia al cambio climático, advirtió el mes pasado de la necesidad de “reducir todas las presiones posibles” sobre la Gran Barrera, justo después de que el gobierno aprobó contratos para lo que será la mina de carbón más grande de Australia.

Malcolm Turnbull, primer ministro del Partido Liberal que reemplazó a Abbott y que ahora en julio se enfrentará a una elección cerrada, sabe exactamente lo que está en juego. En 2010, él abogó por pasar a una situación en la que “toda o casi toda nuestra energía provenga de fuentes que tengan cero o casi cero emisiones” Aseguró que las previsiones de los devastadores efectos del cambio climático probablemente yerran “por el lado conservador”. Convocó a hacer “gastos hoy para salvaguardar a nuestros hijos” y abogó por concentrarse en la energía térmica solar, llamándola “una tecnología más probada que la del carbón limpio”.

Impacto catastrófico

El calentamiento global, advirtió, si no se hace nada por controlarlo, tendrá “consecuencias realmente catastróficas”.

Las condiciones de la Gran Barrera son una de esas consecuencias. Empero, Turnbull está comprometido con el ala derecha de Abbott en el Partido Liberal y, como líder, ha hecho lo que ha podido para olvidar lo que dijo hace seis años. ¿El cambio climático? ¿Cuál cambio climático? “Yo conozco a Turnbull desde hace 30 años y sé lo que piensa, pero ahora es víctima de su tribu”, me dijo Flannery.

Eso es una gran lástima. El arrecife es irreemplazable en este planeta. Australia tiene exceso de capacidad en generación eléctrica. Debería cerrar varias de las plantas de carbón más viejas. Rica en fuentes de energía limpia y renovable, Australia debería ser el líder, no el rezagado, en el campo del cambio climático. Las reputaciones como el arrecife, se blanquean fácilmente.

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