“Estamos buscando desaparecidos con vida”, dijo Parenti

Hay tucumanos que fueron víctimas de un delito de lesa humanidad durante el terrorismo de Estado y que aún no lo saben. “Estamos buscando desaparecidos con vida”, reflexiona Pablo Parenti, titular de la unidad especializada para casos de apropiación de niños durante los 70, dependiente de la Procuración General de la Nación. Según esa oficina, en Tucumán podrían sumar hasta 20 los bebés recién nacidos y los chicos robados a sus padres detenidos-desaparecidos y luego apropiados entre 1975 y 1979.

El fiscal estuvo en Tucumán para participar de reuniones de trabajo. La Corte local puso en marcha un grupo, dependiente de su área de Derechos Humanos, para revisar los expedientes, sobre todo los de adopciones y guardas, tramitados entre 1975 y 1983. Las tareas se realizan en coordinación con la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad local, que dirige Pablo Camuña, y con la unidad de Parenti. Parenti aseguró que, si bien escudriñar la documentación es importante, es clave que quienes tengan información sobre algún caso la aporten.

Tucumán, prioridad

“Para nosotros Tucumán es una provincia prioritaria en la búsqueda de niños apropiados. Después de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, es el distrito que más casos por resolver tiene, por lejos”, subrayó Parenti. Aclaró que los números son hipotéticos, porque varias denuncias dan cuenta de embarazos incipientes al momento de la desaparición de la madres. Advirtió, sin embargo, que se indaga sobre todos los casos.

El fiscal detalló que se trabaja para determinar el posible “circuito” y las prácticas habituales en relación al robo de niños. Es difícil, afirmó, establecer patrones debido a que hay un caso resuelto. Se trata de la identificación de Mario Bravo, hijo de una mujer que estuvo secuestrada en el penal de Villa Urquiza y que dio a luz allí. Bravo, que vivía en Santa Fe, recurrió a Abuelas de Plaza de Mayo.

“Cada lugar tiene sus costumbres y características. Es muy importante reconstruirlas. Es fundamental que la gente que pueda aportar información lo haga. La resolución de casos históricamente dependió del acercamiento de un joven con dudas sobre su identidad o de alguien que tenía contacto o que supo de una familia que obtuvo un niño de manera ilegal y que aporta los datos”, requirió.

Explicó que hay dos tipos de casos: los de bebés nacidos en cautiverio y los de los chicos que fueron secuestrados con sus familias. “La mayoría de los que estuvieron con sus padres fueron restituidos, quedan menos de 10 casos en el país. Casi la mitad son de Tucumán. Sabemos que estaban vivos al momento de ser secuestrados”, precisó. Los menores en el país fueron apropiados por dos vías, según explicó. Por un lado, mediante partos simulados, generalmente en domicilios, y certificados falsos de nacimiento. Esto sucedió generalmente con los recién nacidos. Por el otro, mediante el sistema de guarda y adopción. En este caso, se usó principalmente con chicos que podían tener más edad, aunque también con bebés.

“Los procedimientos se vienen haciendo rápido. A los pocos meses que presentamos una denuncia, se están ordenando los ADN”, afirmó. En la Justicia Federal local hay unas 40 causas y la mitad se descartó. Se espera la resolución de varios análisis de ADN.

Parenti pidió que quienes tengan dudas sobre su origen o quienes posean datos sobre un posible caso de apropiación escriban al mail [email protected] o concurran a la procuraduría local, en el tercer piso del edificio de Piedras y Congreso.

“La apropiación es un delito perverso. Cuando te agreden o roban, sabés que sos víctima de un delito. Esta modalidad de sustitución de identidad, hace que puedas crecer y vivir sin tener conciencia de que hay un delito en tu historia. Son delitos que continúan, porque los chicos siguen desaparecidos”, concluyó.