Afrontará su tercer juicio por abuso

Afrontará su tercer juicio por abuso

Está acusado de haber agredido sexualmente a una mujer frente a su esposo y sus hijos.

PUEBLADA. El momento en que los vecinos divisaron al supuesto abusador. PUEBLADA. El momento en que los vecinos divisaron al supuesto abusador.
30 Mayo 2016
Un hombre podría recibir su tercera condena si es que prospera el pedido de la fiscala Adriana Reinoso Cuello para que lo enjuicien por haber abusado sexualmente de una menor delante de su esposo y de sus dos hijos. El hecho ocurrió en marzo pasado cuando una familia descansaba en su humilde vivienda de Estación Pacará.

Cerca de las 4, el hombre se despertó sintiendo algo frío en una de sus piernas. Cuando reaccionó descubrió la figura del acusado. “Quedate quieto que me ofrecieron 10.000 pesos por matarte”, le dijo mientras le colocaba una daga en su cuello y le decía a su mujer que lo mataría a él, a sus hijos y a ella si es que llegaba a gritar.

El acusado, blandiendo el machete, le sacó las trenzas de la zapatillas y con ellas ató los pies y las manos de la pareja de la víctima. Mientras los pequeños dormían, el supuesto abusador llevó a la joven de 17 años a una pieza contigua donde abusó de ella reiteradas veces durante más de cinco horas. A las 11, soltó al hombre y se escapó del lugar, no sin antes amenazarlos que mataría a toda la familia si es que lo llegaban a denunciar.

Cerca del mediodía, el esposo de la víctima, acompañado por unos allegados, lograron ubicarlo en una parada cercana a la comisaría del lugar. Lo atacaron, pero el sospechoso se refugió en la dependencia policial, donde quedó aprehendido.

Los habitantes de Estación Pacará, al enterarse de lo que había ocurrido, decidieron manifestarse en el destacamento, pero luego intentaron coparlo para hacer justicia por mano propia. La Policía trasladó al sospechoso y reprimió a los manifestantes.

“Me decía que no me mueva de la cama porque mataría a mi mujer. Pude ver como abusó ese tipo de ella, veía todo. Mi señora lloraba porque tenía miedo por los bebés. Él abusó de ella durante mucho tiempo, no se la cantidad de horas... Como la bebé lloraba ese tipo la dejó que le de el pecho y después siguió violándola”, declaro el esposo ante la fiscala.

El acusado, cuando declaró en sede judicial, negó haber atacado a la joven. Además indicó que la denuncia en su contra se habría producido por una vieja enemistad entre ambos.

Al pedir los antecedentes del acusado, la fiscala comprobó que el imputado había sido condenado por abusos dos veces en menos de 20 años. En 1994 la Sala III le dio una pena de ocho años y, en 2001, la Sala I le fijó una condena de 10 años. Luego, decidió elevar la causa a juicio al entender que los testimonios en contra del acusado fueron coincidentes y por los diferentes informes de los forenses. El más importante fue que los médicos coincidieron en señalar que las lesiones que tenía el esposo de la víctima eran propias a las que se les produce a una persona que estuvo atado durante varias horas.

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