Desenfocados

Desenfocados

Hay estadísticas de la salud que no pueden pasar inadvertidas aún cuando la ética exige ciertas reservas. La necesaria mirada de lo público y de la sociedad en general a los problemas que los acucian. Las imágenes que dejó la semana. La misma suerte en la Legislatura.

Durante el mes que ya casi está terminado, el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti tuvo una ocurrente salida al opinar sobre su país. “Nosotros somos bizcos: tenemos un ojo puesto en la Argentina y el otro en Brasil”. Esa inesperada definición se acerca a la de muchos políticos argentinos que, por mirar a los costados, no logran enfocar lo que hay por delante. Atienden el pasado, el presente, pero no se preocupan por el mañana. Algo de eso es lo que nos ha ocurrido con la celebración del Bicentenario de nuestra Patria. Nadie le prestó atención hasta que la fecha se les vino encima.

Hay un tema cuya gravedad hace que protagonicemos la metáfora de Sanguinetti y que terminemos como los argentinos que preferimos hacernos los distraídos para no tomar el toro por las astas. Incluso como tópico pone al periodismo en jaque porque en la disquisición ética, lo recomendable sería no abordarlo. Estamos intentando hablar del suicidio. Esas son noticias que no se deben publicar porque hacerlo pueden generar nuevas muertes. “Es contagioso”, suele decirse en forma vulgar en las redacciones. Sin embargo, la misión de la prensa es poner luz donde hay oscuridad. Es su responsabilidad meter el dedo en la llaga con la única intención de encontrar un nuevo camino, menos intrincado y por el que se circule con mayor responsabilidad. En el último tiempo estos hechos han encendido la luz de alarma. El área de salud de la provincia se ha visto obligada a realizar campañas preventivas y estaría generando una articulación intersectorial entre los ministerios de Educación, de Desarrollo Social y el Poder Judicial.

El dilema ético podrá poner en duda lo responsable -o no- de hilvanar estas líneas, pero las estadísticas que tiene el Sistema Provincial de Salud hacen necesario que se sepa y que se despierten algunos músculos dormidos en toda la sociedad. Entre 2014 y 2015 los números dicen que hubo 580 tentativas y que casi el 50% se trataba de chicos que tenían entre 10 y 19 años. Luego estaban los del grupo de entre 20 y 29 años; y en tercer término, los del segmente de 30 a 39. Con el agravante de que estos dos últimos grupos habían aumentado considerablemente el número. El 70%, es decir 406 casos, correspondía a mujeres (tendencia que se revierte cuando se habla de muertes).

Más del 50% de aquellos intentos se debieron a problemas familiares; mientras que un 10% fue de personas con adicciones; un 8% por violencia familiar; y otro tanto por abuso sexual. El 65% de los casos fue protagonizado por personas solteras; y el 69% lo estaba haciendo por primera vez, es decir, no había tenido intentos anteriores.

Según el Siprosa, en los hospitales la curva de las consultas no deja de crecer. Mientras que en 2011 se realizaron 1.034 consultas, en 2013 la cifra llegó a las 2.169; y en 2014 alcanzó las 2.891. En 2015 siguió batiendo tristes récords y trepó a las 3.141.

Este año, durante los cuatro primeros meses, ya hemos superado los 205 intentos sólo en el hospital Padilla. Enero y marzo fueron críticos en la guardia de ese nosocomio, donde se registraron 54 casos en cada mes. En febrero hubo 49; y en abril, 48. Las peores tasas de mortalidad se registraron en 2010 y en 2013, cuando llegaron a las 20 y a las 22 tragedias, respectivamente. Los casos que se registraron estos últimos meses ponen en alerta a las autoridades sanitarias y deberían hacerlo a toda la sociedad que también pone su granito de arena para tanto daño. Estamos ante un problema que crece en el mayor de los silencios, como la droga o el alcoholismo, y del que preferimos y recomendamos no hablar.

Dos juicios y un final

Setenta y dos horas antes de que el Colegio de Abogados de la provincia hiciera su presentación del pedido de juicio político contra Edmundo Jiménez, el ministro fiscal merodeaba por un bar de la city tucumana. En un café con aroma a chocolate, su interlocutor le consultó qué creía que iba a pasar en la Legislatura si se confirmaba el planteo de remoción en su contra. Dicen que no contestó nada. Entre café y café, el hombre insistió y Jiménez habría respondido: “lo mismo que a Gandur”. Y, eso fue exactamente lo que ocurrió. Así como se archivó el juicio político contra el presidente de la Corte, la comisión de Juicio Político de la Legislatura desactivó la denuncia contra “Pirincho”. Ni siquiera se pronunció sobre la causa. Tampoco se discutió mucho. A Jiménez le pasó lo mismo que a Gandur. Los legisladores eligieron poner paños de agua fría en los caldeados ánimos de los estrados judiciales. Desde hace más de un año, tanto el titular de la Corte como el del ministerio fiscal han tenido una pelea sorda a la que han arrastrado a todos. El daño ha sido grande porque se ha desprestigiado al Poder Judicial.

En Tribunales, durante mucho tiempo y aún ahora, las palabras de Sanguinetti se actualizan. Los abogados y sus clientes tienen un ojo puesto en Gandur y otro en Jiménez. Eso les impide ver con transparencia al servicio de justicia.

Imágenes y descanso

La semana se despide con hitos. Está claro que el encuentro de Hebe Bonafini con el papa Francisco es un hecho ineludible. Sólo ellos saben qué pasó en la reunión. Reconciliación, perdón o un mensaje de agresión a la gestión actual. No obstante, dos personas frente a frente, mano a mano, es siempre un buen síntoma. Como lo fue la foto del gobernador Juan Manzur, del vice Osvaldo Jaldo y del intendente Germán Alfaro en el festejo del 25 de Mayo. Esos registros siempre ayudan, máxime en tiempos donde el Bicentenario que se construye a las apuradas y con una agenda reciente y no de hace lustros, invita al abrazo y no al desencuentro. Por eso fue triste el desinterés por dar explicaciones por parte del vocal del Ente del Bicentenario, Julio Saguir. El 25 de Mayo fue consultado por la ley que se iba a aprobar para autorizar gastos sin licitación. Eligió darle la espalda porque era un momento de descanso, cuando un funcionario se debe a la sociedad en todo momento. Poner un ojo en los prejuicios y otro en sus propios intereseses impide enfocar las responsabilidades que se tienen con la población.

Los alertas de la salud, como los mensajes de comunión que logran dar algunos referentes, debieran abrir los caminos de un país que se ha doctorado en desencuentros y que necesita de otras actitudes para frenar los atentados contra la vida misma.

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