Una poética sobre el lado amoroso de la militancia

Una poética sobre el lado amoroso de la militancia

“La poesía es un lugar de resistencia”, afirma Torne, que presentó en Tucumán “Perros y más perros”.

CLAVE. “La pasión es un arma”, dice el autor afincado en Villa Mercedes. LA GACETA  / FOTO ALEJANDRA CASAS CAU.   CLAVE. “La pasión es un arma”, dice el autor afincado en Villa Mercedes. LA GACETA / FOTO ALEJANDRA CASAS CAU.
29 Mayo 2016
“Lo que queda después del infierno es el sentido nuevo de las cosas. Lo material y lo espiritual no tienen igual significación para quien nace y muere diariamente en la cotidianidad que para los sobrevivientes”. El poeta Patricio E. Torne es el que traza la sútil diferencia. En su sexta década de vida visita el Tucumán del Bicentenario para presentar “Perros y más perros” (lo hizo anoche en Patio Lorca), que debe su nombre al coloquialismo que designaba en los 70 a los militantes del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) por la cacofonía de sus siglas. A esa militancia le debe Torne haber sufrido en carne propia las cárceles de la última dictadura militar. A esos centros de tortura se refiere cuando habla de infiernos.

“Cuando salí del infierno pensé en abocarme a las artes plásticas. Pero era un sobreviviente, así que escribí. Lo primero que intenté fue escribir una novela, pero eso sólo me permitiría explayarme. Lo esencial sólo puede abarcarse a través de la poesía”, explica en LA GACETA el autor que nació en Helvecia (Santa Fe) y decidió vivir en Villa Mercedes (San Luis).

Aunque Primo Levi afirmó que los que habían visto “los ojos de la Gorgona” en los campos de exterminio del nazismo volvían “sin palabras”; y aunque Teodoro Adorno advirtió que después de Auschwitz ya no era posible escribir poesía, Torne se aferra a la poesía.

“La poesía es el elemento al cual el hombre estará siempre atado para explicar lo inexplicable. La poesía resiste y es en sí misma un lugar de resistencia. La poesía salva. A mí, me salvó como persona militante. En definitiva, la pasión es un arma. Un arma subjetivizada, es cierto, pero al fin y al cabo manifiesta”, sostiene.

“Perros y más perros”, explica, “es una poética que viene a rescatar algo que estaba pendiente de ser abordado: el lado amoroso de la militancia. Hubo hombres y mujeres convencidos y comprometidos, pero también con debilidades y con pasiones. Pasado un tiempo, es necesario hablar de eso”, sostiene. “Militar es dar continuidad a los románticos del siglo XIX: a los que eran capaces de vivir y de entregarse a la poética”, agrega.

En Villa Mercedes, desde la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de San Luis, Torne dicta talleres. “Aunque no son talleres, porque un taller no dura 10 años, sino más bien un grupo de producción de textos”, aclara Nancy Toselli, quien lo acompaña no sólo como poeta sino también como la titular de “DeAcá”, la editorial autogestionada de Villa Mercedes que ya lleva publicados siete títulos, entre ellos, dos de Torne: “Perros y más perros” y “Materialismo dialéctico”.

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