26 Mayo 2016
MEDIO TANQUE EN LA PARRILLADA. El tubo voló más de una cuadra y entró por una ventana del local. ARCHIVO LA GACETA / FOTOS DE HÉCTOR PERALTA
El estruendo que se escuchó en diferentes sectores del Gran San Miguel de Tucumán fue tema de conversación en las redes sociales y en la calle durante la madrugada y la mañana. Algunos incluso recordaron el episodio ocurrido años atrás, cuando un auto explotó mientras cargaba GNC en una estación de servicios de Catamarca y España y parte del tubo voló unos 200 metros y cayó en una parrillada mientras la gente cenaba.
Ocurrió en la noche del 22 de octubre de 2007. Un Ford Fiesta ingresó a la estación a cargas gas. "Pidió $5 de combustible y se fue al baño. El playero puso la manguera y fue a buscar cambio", relató Marcos, un testigo. Segundos después, el tanque explotó. El estallido fue impresionante: el tanque se partió en dos y atravesó el techo de chapa. Una mitad rompió la ventana de una parrillada ubicada en Catamarca y Sarmiento, y golpeó una mesa, y la otra pasó sobre el predio de Carrefour, en el que cayó el baúl del auto, y se precipitó en una casa de calle España al 1.600. Sólo hubo tres heridos leves.
El antecedente más cercano, en Santiago del Estero
En enero de 2014, la conmoción se apoderó de la ciudad santiagueña de La Banda. Un automóvil Dogde 1500 estalló en una estación de servicio mientras cargaba gas. Tres personas resultaron con heridas de gravedad, entre ellas una mujer que sufrió la amputación de sus dos piernas y fue trasladada en grave estado al hospital Regional.
Según trascendió, la mujer viajaba junto a José Barraza, de 33 años, y a su bebé de siete meses. El niño también fue alcanzado por el estallido.
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