24 Mayo 2016
FUERTE. A juzgar por su triunfo, Trungelliti tiene una mente sólida como su drive. FOTO DE zimbio.com (archivo)
PARÍS.- Marco Trungelliti tocó fondo en 2013, después de un año en el que, según sus palabras, se le olvidó jugar al tenis. Desesperado, decidió entonces recurrir a un psicólogo. “Llegó un momento de mi vida deportiva en que no podía seguir solo”, reconoció tras dar el golpe de la jornada en la primera ronda del Abierto de Francia, donde eliminó al top ten croata Marin Cilic por 7-6 (7-4), 3-6, 6-4 y 6-2. Procedente de la previa, el tenista de 26 años se deshizo del campeón del US Open 2014. “Es un gran momento para mí”, reconoció el nacido en Santiago del Estero y 166 del mundo. Su próximo rival, además, es el español Albert Ramos-Viñolas, un jugador accesible en un momento de trance. El europeo se impuso por 6-3, 4-6, 7-5 y 6-0 al marplatense Horacio Zeballos, que debió ser atendido en su espalda antes del inicio del último parcial.
Trungelliti recuerda haber jugado un partido contra el español en el circuito menor de los challengers, el hábitat natural de Trungelliti en los últimos años. “Perdí feo”, advirtió. “Pero eran otros tiempos. No creo que vuelva a pasar”, vaticinó con confianza. Eran los tiempos en los que viajaba solo por el tour, preocupado principalmente por reunir dinero suficiente para continuar jugando. “El tenis se ha cansado de ver jugadores que le pegan bien a la pelota pero que no consiguen resultados”, señaló en un intento de describir lo que era y lo que no quiere volver a ser.
Bajo el influjo del psicólogo Juanjo Grande, que le enseñó “caminos distintos” para enfocar su profesión, se puso bajo la batuta de los técnicos Gabriel Marcus y Francisco Cabello. Con ellos apostó a jugar torneos más grandes, a tomarse más períodos de descanso, sin entrar en la “vorágine de jugar por jugar cuando estás en Europa”, explicó.
Trungelliti quiere evitar ser flor de un día. ¿Llegar a tercera ronda? “Sí, y si puedo más también. Pero quiero ir partido a partido. Los rivales acá tienen un nivel muy alto y apenas te desconcentrás se termina el torneo. Y eso no es algo que tenga en mente”, anticipó el santiagueño. (DPA)
Trungelliti recuerda haber jugado un partido contra el español en el circuito menor de los challengers, el hábitat natural de Trungelliti en los últimos años. “Perdí feo”, advirtió. “Pero eran otros tiempos. No creo que vuelva a pasar”, vaticinó con confianza. Eran los tiempos en los que viajaba solo por el tour, preocupado principalmente por reunir dinero suficiente para continuar jugando. “El tenis se ha cansado de ver jugadores que le pegan bien a la pelota pero que no consiguen resultados”, señaló en un intento de describir lo que era y lo que no quiere volver a ser.
Bajo el influjo del psicólogo Juanjo Grande, que le enseñó “caminos distintos” para enfocar su profesión, se puso bajo la batuta de los técnicos Gabriel Marcus y Francisco Cabello. Con ellos apostó a jugar torneos más grandes, a tomarse más períodos de descanso, sin entrar en la “vorágine de jugar por jugar cuando estás en Europa”, explicó.
Trungelliti quiere evitar ser flor de un día. ¿Llegar a tercera ronda? “Sí, y si puedo más también. Pero quiero ir partido a partido. Los rivales acá tienen un nivel muy alto y apenas te desconcentrás se termina el torneo. Y eso no es algo que tenga en mente”, anticipó el santiagueño. (DPA)
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