Antonia Juárez: "yo tengo todos los estudios; eran dos bebés"

Antonia Juárez: "yo tengo todos los estudios; eran dos bebés"

La mujer que esperaba gemelos y recibió sólo uno vive en Taco Palta, un pequeño pueblo al este de la provincia. Pide que se sepa la verdad y cuestionó la atención en el Hospital Eva Perón. "No piensan en la vida que destruyeron".

EN SU HOGAR. Antonia carga al pequeño Francisco, su cuarto hijo y el primero varón. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO EN SU HOGAR. Antonia carga al pequeño Francisco, su cuarto hijo y el primero varón. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
23 Mayo 2016

Antonia Juárez carga desconsuelo en la mirada. Afirma que desde el 6 de abril es otra persona. Que quien solía ser quedó en el quirófano del Hospital Eva Perón, de donde, según ella, debía salir con dos bebés pero le entregaron sólo uno. "Hoy soy esta, la que trata de no bajar los brazos. Y es precisamente por mis hijas que lo hago. Tratás de sobrevivir y de respirar por tus hijas y por tu familia, porque es lo que te queda".

Soñaba con un hijo varón y le diagnosticaron dos. Sostiene que las cuatro ecografías que le hicieron arrojaban un embarazo gemelar. Había preparado todo para la llegada de Francisco Daniel y de Daniel Benjamín. Pero el segundo bebé nunca tocó su pecho. Cuando le practicaron la cesárea le dijeron que sólo había un bebé. "'Hay uno solo'. Esa fue toda la explicación. Entré en un ataque de llanto y una crisis de nervios, porque estaba sola".

Dice que siente mucha impotencia. El dolor brota de sus ojos y se vuelve tangible en lágrimas. "El 5, cuando me internan, era un sueño decir que al otro día los iba a tener a los dos conmigo. No veía las horas de que me operen. Pero el 6 le pedí a Dios que no me haya pasado eso, que sea un mal sueño".



Su rostro se humedece y no logra secarse, al igual que la tierra del patio de su casa, donde hay gallinas, un perro manso y pocas plantas. Vive en Taco Palta, un pequeño pueblo rodeado de plantaciones de limón, al este de la provincia. Para llegar hay que sumergirse en un camino vecinal sin señalizar, a la vera de la ruta 304. Una humilde vivienda de paredes y techos sin enlucir y de cortinas en los accesos a los dormitorios es el hogar que comparte con su marido Daniel Castro, un cosechero de 36 años; sus hijas Brisa (12), Malena (11) y Luna (5); y ahora con Francisco.

La empleada doméstica, de 30 años, no se anima a aventurar qué sucedió. Las autoridades del Hospital Eva Perón, donde le realizaron la cesárea y le practicaron tres ecografías, aseguraron que se trató de un error de diagnóstico. Los resultados de las pericias que ordenó la fiscala Adriana Giannoni, que impulsa la investigación, determinaron que una de las cinco placentas secuestradas es compatible con la existencia de vínculo de maternidad de Antonia Juárez con un índice de probabilidad de 99, 99%. Sin embargo, ella sostiene que el embarazo fue distinto a los anteriores.

"Por más que me digan que la placenta dio que había un sólo bebé, yo he vivido un embarazo de dos. Es lo que me pasó a mí. Mi embarazo, lo que yo sentí, lo que viví y lo que vivió mi familia es lo que me queda. Más allá de lo científico, que ellos digan que fue un error. Capaz que una ecografía sí, es un error. Una. Pero, ¿cuatro ecografías? Todas las veces con los latidos de ellos, ¿es tanto el error?".

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Repasa cada noche lo ocurrido. Afirma que no duerme tranquila. Está dolida con los médicos del "Hospital del Este". No oculta su malestar con el personal que la atendió. Sostiene que desde que se conoció el caso no quisieron ni mirarla a los ojos. Y que ni las autoridades del centro asistencial ni del Ministerio de Salud se dirigieron a ella. "A esta altura estoy un poco más tranquila porque estoy en mi casa, pero con el dolor de no saber qué fue lo que pasó. Con la impotencia de decir que me hubiera gustado que al menos fueran un poco más humanos. Yo tengo todos mis estudios, eran dos. Mi familia y todos en el pueblo esperábamos dos bebés. Desde el primer momento del embarazo".

Antonia no quiere que nadie más pase por lo mismo. Habían preparado todo para dos bebés. En el bolso que llevó a la internación tenía ropa para ambos. Pide Justicia. Quiere que si los médicos cometen errores, los sancionen. "A mí me hicieron lo que me hicieron y ellos siguen con sus matrículas, sus carreras y sus vidas intactas, como las tenían. El día de mañana capaz que entra otra Antonia Juárez al hospital y ellos van a seguir sus carreras como siempre. Y no piensan en la vida que destruyeron y todo lo que viene por atrás".

- ¿Qué siente cuando lo ve a Francisco?

Creía que Fran me iba a llenar todo en la vida. Creía que mi hijo varón iba a ser la felicidad más grande en mi vida. A mi hijo lo adoro, lo amo con mi alma. Pero ese día cuando entré y lo vi en una incubadora por primera vez, sentí que faltaba algo. No sentía la felicidad que necesitaba sentir y me sentí culpable por eso. Porque sentía que a mí me faltaba algo para enterar todo lo que yo quería sentir. Me faltaba algo. Sentía culpa y a la vez decía ¿por qué, para qué, con qué necesidad? Hoy lo veo a Francisco y sé que mi hijo es un luchador, que es lo más lindo que me dio la vida, pero no termina de llenarme adentro, que es lo que necesito. Por un lado estoy tremendamente feliz de tenerlo, yo lo adoro. Pero por otro lado sentir que te falta algo es horrible.

- ¿Qué significa el 6 de abril para usted?

El 6 de abril fue uno de los peores días de mi vida. Yo creía que iba a ser el más feliz. Creía que ese día iba a tener a mis hijos y al otro día iba a venir a mi casa, como siempre. Hoy por hoy el 6 de abril significa el cumpleaños de mi hijo y la pérdida de un gran sueño de mi vida, que era tenerlos conmigo a los dos.


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