Un policía de Alderetes le salvó la vida de un niño que no respiraba

Anoche, cerca de las 22, cuando se producía el cambio de guardia en la sede de la Patrulla Motorizada de la ciudad de Alderetes, ubicada al este de San Miguel de Tucumán, los gritos de una mujer de una casa cercana alertaron al operador Carlos Roberto Paz, de 30 años, y a sus compañeros de trabajo. 

Cuando salieron a la calle observaron que corría hacia ellos una mamá con su bebé de un año en brazos, mientras gritaba que no respiraba. "Cuando se acercó, observé que el nenito estaba morado y que efectivamente no respiraba. Debido a que sólo había motos, mi compañero Carlos Pérez ofreció su auto Corsa para llevar a la mujer a un centro de atención de la salud que está a 20 cuadras", contó Paz a LA GACETA, esta mañana.

Mientras Pérez manejaba, Paz subió al auto en el asiento de atrás y se sentó junto a la desesperada madre. Apenas arrancó el vehículo, tres policías en moto se pusieron adelante para abrir paso hacia el CAPS. "El primer problema fue obligar a la mujer a que soltara al nene porque estaba desesperada, lloraba y gritaba. Pude forzar que lo soltara y lo puse en mis piernas, le hice respiración boca a boca, luego presioné su pechito y a los segundos vomitó. En ese momento le salió un hilo de llanto, muy leve, pero fue la señal de que estaba vivo", narró el policía.

Cuando llegaron al centro asistencial fueron recibidos por la doctora Cecilia Romano. El nene fue asistido y se recuperó. Los policías se quedaron alrededor de una hora hasta que todo se calmó. Con la certeza de que todo se había superado, retornaron a la sede de la Patrulla Motorizada.

"Fue una recompensa por la muerte de mi hermano"

Paz contó que en los últimos años se capacitó en primeros auxilios debido a una dolorosa experiencia personal. "Hace tres años perdí a mi hermano de 22 años en un accidente de moto. Cuando llegué, no pude hacer nada para salvarlo. Ahí decidí ser un mejor policía para las situaciones de emergencia. Por eso, siento que lo que pasó anoche fue una recompensa por la pérdida que tuvimos en la familia", dijo.

Insistió en que la acción de ayer no podría haber tenido un final feliz sin el trabajo en equipo. "Lo más lindo fue que durante la madrugada se presentó un tío del nene para agradecernos. Ese 'gracias' será inolvidable, es suficiente", confesó.