Por Carlos Páez de la Torre H
20 Mayo 2016
FRANCISCO ANTONIO PINTO. Era jefe del Batallón 10 de Infantería, destacado en Tucumán. Creado en 1814, el cuerpo actuó en el sitio de Montevideo.
Los tres oficios del gobernador de Tucumán, Bernabé Aráoz, llegados en la víspera, sobre los auxilios para el Ejército del Norte, se trataron en la sesión del 20 de mayo de 1816. En el debate, se escucharon las razones del jefe del batallón 10 de Infantería, comandante Francisco Antonio Pinto, y finalmente se acordó auxiliarlo con 2.000 pesos. Pero ocurría que esta suma debía sacarse del empréstito de 3.000, dispuesto para las carretas, y no restaban de esa cantidad sino 500 pesos.
Pedro Medrano dijo que “para no reiterar estas exacciones, que por repetidas agrían a los prestamistas”, se ordenara al gobernador Aráoz que el empréstito se hiciera por 6.000 pesos, en las mismas condiciones del anterior. Otro oficio de Aráoz, alegaba que no había podido entregar el informe ordenado sobre las rentas de Tucumán, por no haberle contestado el Cabildo todavía. El diputado José Darragueyra se extrañó de que la orden del Congreso, destinada a tener un cabal concepto de las rentas públicas, se contestase con “una razón tan vaga y limitada”. Se acordó emplazar a Aráoz para que presentase un “estado exacto”, en el término de ocho días.
Después, se resolvió rechazar la renuncia del gobernador de Córdoba, coronel José Javier Díaz. Se trató inmediatamente el pedido de los emigrados de Potosí, quienes querían elegir diputados, asegurando que cuando su ciudad se librase de enemigos, la elección sería ratificada. Luego de un debate con varias opiniones en por y en contra, no se tomó decisión. Finalmente, Pedro Medrano manifestó que en Santiago del estero había oficiales encargados de reclutamiento, a los que se había auxiliado con 30.000 pesos, “y que hasta la fecha sólo habían reclutado 14 hombres”. Se resolvió pedir inmediatamente informe sobre este asunto, al oficial responsable.
Pedro Medrano dijo que “para no reiterar estas exacciones, que por repetidas agrían a los prestamistas”, se ordenara al gobernador Aráoz que el empréstito se hiciera por 6.000 pesos, en las mismas condiciones del anterior. Otro oficio de Aráoz, alegaba que no había podido entregar el informe ordenado sobre las rentas de Tucumán, por no haberle contestado el Cabildo todavía. El diputado José Darragueyra se extrañó de que la orden del Congreso, destinada a tener un cabal concepto de las rentas públicas, se contestase con “una razón tan vaga y limitada”. Se acordó emplazar a Aráoz para que presentase un “estado exacto”, en el término de ocho días.
Después, se resolvió rechazar la renuncia del gobernador de Córdoba, coronel José Javier Díaz. Se trató inmediatamente el pedido de los emigrados de Potosí, quienes querían elegir diputados, asegurando que cuando su ciudad se librase de enemigos, la elección sería ratificada. Luego de un debate con varias opiniones en por y en contra, no se tomó decisión. Finalmente, Pedro Medrano manifestó que en Santiago del estero había oficiales encargados de reclutamiento, a los que se había auxiliado con 30.000 pesos, “y que hasta la fecha sólo habían reclutado 14 hombres”. Se resolvió pedir inmediatamente informe sobre este asunto, al oficial responsable.
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