En el sur secuestran motos robadas y detienen a sus conductores para evitar otros delitos

En el sur secuestran motos robadas y detienen a sus conductores para evitar otros delitos

En Concepción, desde abril se incautaron 119 motos de las cuales más de un 20% estaban involucradas en causas penales. Una red que alimenta el mercado negro. Habrá más operativos sorpresivos en distintas zonas, anticipó la Policía

NÚMEROS. Desde abril hasta hoy se secuestraron 119 motos en Concepción. El 85% de los detenidos en esa ciudad está relacionado con el robo de rodados. la gaceta / foto de osvaldo ripoll NÚMEROS. Desde abril hasta hoy se secuestraron 119 motos en Concepción. El 85% de los detenidos en esa ciudad está relacionado con el robo de rodados. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
11 Mayo 2016

Las motos se han transformado en la principal herramienta para cometer distintos delitos y al mismo tiempo son codiciados objetos para robar. Los sospechosos se movilizan en esos rodados, en la mayoría de los casos sustraídos, para atacar a transeúntes y arrebatarles carteras, celulares, bicicletas y otros bienes. También las utilizan para desvalijar las viviendas del sur de la provincia.

La magnitud del flagelo se revela en parte en las estadísticas que maneja la Policía. Tan sólo en Concepción, desde abril hasta lo que va de este mes los uniformados secuestraron 119 motos, de las cuales más de un 20% están involucradas en causas penales. Del total de estos rodados, 76 fueron incautados en el último operativo policial de tránsito que se efectuó hace dos semanas en distintos sectores del municipio.

Y la cifra de aprehensiones registró un repunte paralelo al de secuestros de motos. Entre marzo y abril fueron privadas de la libertad unas 120 personas, de las cuales el 85% están vinculadas con delitos comunes cometidos utilizando la moto como medio de movilidad.

“Está claro que si hay que atacar el delito común hay que focalizarse en gran parte en el control de motocicletas, porque en el 80% de las denuncias por robos u otros ataques a la propiedad, aparecen motociclistas. También las motos son objetos muy codiciados por los ladrones”, comentó el comisario mayor Humberto Ruezgas, jefe de la Regional Sur.

Los investigadores también están detrás de los pasos de una organización que se dedica a la venta de motos robadas en ese sector de la provincia. “Muchos de los rodados secuestrados fueron denunciados como sustraídos en la capital o en otras localidades del interior de la provincia. Hay una especie de circuito que consiste en sacarlas de un lugar y comercializarlas en otro. La idea es acabar con ese mercado negro”, explicó Ruezgas.

El alto oficial adelantó que los operativos de tránsito van a acentuarse de forma sorpresiva y con modalidades diferentes en razón de que el delito tiene formas de operar que van modificándose permanentemente, según advirtió. “A veces, cuando hacemos operativos a la mañana, los ladrones salen a la noche, o viceversa. E incluso cambian los sectores en que van a operar”, agregó.

Resolver causas

El fiscal de Instrucción de la II° Nominación del Centro Judicial local, Fabián Rojas, también coincidió en los resultados positivos que tienen los controles de tránsito que en algunos casos permiten a víctimas de robos recuperar sus motos y, en otros, encontrar un hilo que puede conducir al esclarecimiento de algún hecho delictivo.

“Un operativo puede tener un resultado positivo en alguna causa que puede llevar su tiempo para esclarecerla”, apuntó. “Cuando se da con alguien que maneja una moto robada, está el argumento de que la compró de buena fe y que quedaron en darle la documentación más adelante, cuando termine de pagar. Pero sabemos que no es así, que en realidad accedió a un vehículo a muy bajo precio, sin pensar a lo que se exponía”, comentó el representante del ministerio público.

En la Justicia no todos los fiscales tienen el mismo criterio cuando intervienen en este tipo de casos. Algunos ordenan que se les secuestre el rodado y que sus conductores sean debidamente identificados para que sean procesados. Sin embargo, otros piden la aprehensión y su posterior detención al considerarlos encubridores y se toman los 10 días hábiles que les corresponden para investigar si tuvieron algún nivel de participación en este tipo de hechos.

El fiscal Rojas observó que es difícil determinar el alcance que tiene el robo de motos porque hay gente que es víctima de ese delito y no hace la denuncia. “El robo express le permite a la víctima recuperar su rodado, pero pagando un monto. Y es lo que a veces se hace. Y si no, denuncia, pero en pocos casos”, dijo.

Para el fiscal, el robo de estos rodados, o su utilización en ataques contra la propiedad, tiene en algunos casos que ver con personas adictas que, incluso, utilizan motos de sus padres para salir a robar. (C)

ANALISIS

Hay que unificar criterios

Gustavo Rodríguez - LA GACETA

Si el robo de motos sigue creciendo es porque existe un mercado negro que alimenta un lucrativo negocio que no para de crecer. Y para acabar con este flagelo hace falta que se defina de una vez por todas una política criminal para que la Policía, la Justicia y la misma sociedad tomen cartas en el asunto.

Todas las partes deben reunirse y llegar a un consenso para acabar con este delito. La Policía, por ejemplo, debe delinear mejor las zonas rojas y reforzar allí las tareas de prevención. Es responsabilidad de los uniformados intensificar los controles para evitar que las personas transiten con los rodados que fueron sustraídos.

El Ministerio Público tendrá que pedirles a sus fiscales que unifiquen el criterio, ya que hay funcionarios que disponen la aprehensión y detención de los que circulan con motos robadas y otros que no. Si no se fija un criterio y se aplica el castigo que estipula la Ley, la comunidad nunca recibirá un mensaje claro de que se quiere acabar con el negocio.

Los miembros de la sociedad no deben mirar a otro lado. Si son víctimas, están obligados a denunciar para que las autoridades puedan actuar y dar con los ladrones o al menos diagramar operativos especiales para prevenir. Y, fundamentalmente, por más que sean más económicas, jamás comprar motos robadas. Se ahorrará unos pesos, pero piense que es muy probable que por ese rodado alguien haya resultado herido o, lo que es peor, asesinado.

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