Un papado con impronta política y sensibilidad social

Un papado con impronta política y sensibilidad social

Larraquy analiza las dificultades de Francisco en la dinámica vaticana.

IMPRONTA. Francisco es un referente religioso y, también, un líder político.Reuters. IMPRONTA. Francisco es un referente religioso y, también, un líder político.Reuters.
08 Mayo 2016

PERFIL

CÓDIGO FRANCISCO

MARCELO LARRAQUY

(Sudamericana - Buenos Aires)

Francisco es el nuevo líder mundial, no sólo religioso, sino fundamentalmente político. Aquella carta a Putin en la reunión del G20 que logró torcer el brazo de la violencia internacional, hizo historia. La mirada del autor se centra en el interior del Vaticano y en los gestos personales del Papa con los que es posible entender muchas de sus conductas públicas.

La impronta de pastor que envuelve la figura del Papa generó el Código Francisco, con el que se alude al fuerte carácter político de su gestión, lo que hace sin descuidar sus hábitos de siempre: sumergirse en el silencio para dialogar con Dios. “Bergoglio reza para escuchar”.

El nuevo estilo de comunicación pone a la vista temas acuciantes como el hambre, las víctimas del tráfico humano, la pedofilia, asuntos de los que no se hablaba. Se muestran las luchas intestinas por el poder en la Curia romana tradicional y el esfuerzo de Francisco para cambiar eso. Con esa intención creó una Comisión de nueve cardenales (C9) como órgano consultivo, por fuera de las estructuras de gobierno y, además, utiliza un doble comando para verificar la exactitud de la información que le llega.

El libro analiza el contenido de muchas de sus homilías, en particular las vertidas en el exterior, por ejemplo en Cuba y los EEUU, mostrando el cambio de mirada respecto a sus antecesores. La advertencia sobre la cultura del descarte –en la que los excluidos son desechos humanos–, impregna toda su gestión. Cuenta con cierto detalle su carrera sacerdotal en la argentina cuando fue Provincial de la Orden Jesuita. Además del manejo de la Universidad del Salvador, hay un punto interesante sobre el que poco se sabe: la relación entre Bergoglio y Guardia de Hierro, ese grupo tan cuestionado que respondía ciegamente a Perón; entre ellos, documenta el autor, solo hubo lazos de simpatía pero no de pertenencia como se dijo en algún momento.

El pontificado de Francisco tiene una agenda de cambios profundos en pleno proceso de realización. Es una agenda abierta guiada por la inculturación del Evangelio para llegar a las raíces de los pueblos. Dos notas lo caracterizan: la impronta política de su gestión pastoral y la extrema sensibilidad para los excluidos a los que la Iglesia debe salir a buscar.

© LA GACETA
CRISTINA BULACIO

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