La renuncia de Balcarce

La renuncia de Balcarce

Debates sobre facultades en el interinato.

ANTONIO GONZÁLEZ BALCARCE. Informó al Congreso que dimitía al Directorio interino, por razones de salud. ANTONIO GONZÁLEZ BALCARCE. Informó al Congreso que dimitía al Directorio interino, por razones de salud.
El Congreso había decidido prevenir al Director Supremo interino, Antonio González Balcarce, que hasta tanto no llegara a Buenos Aires el Director titular Juan Martín de Pueyrredón, “obrase entre los límites solos de aquella provincia”, y sujeto a las órdenes del cuerpo.

En la sesión del 6 de mayo de 1816, el Congreso empezó tratando el oficio en que debía comunicarse a Pueyrredón aquélla resolución. Se generó un debate. Algunos diputados dijeron que la comunicación no estaba concebida “en términos bastante claros”, como para dar “una completa idea” de su sentido. Prudentemente, los diputados Juan José Paso y Esteba Agustín Gascón dijeron que el problema residía en que “mil asuntos” radicados en Buenos Aires no podrían resolverse, dada la ausencia de Pueyrredón, si la resolución se ejecutaba.

El diputado Justo Santa María de Oro mocionó que todo asunto de las provincias pendiente en la capital, fuese resuelto por el Director interino “como comisionado del propietario, y sin perjuicio de las providencias que éste pudiese tomar en caso de reclamo”. La propuesta dio lugar, dice la crónica de “El Redactor” a “debates muy prolijos, en que se produjeron razones en pro y en contra”. A la hora de votar, fue difícil “conciliar y regular” los sufragios, de modo que se suspendió la resolución. Ya era “hora avanzada e incompetente”.

Pero ese mismo día, un pliego dirigido al Congreso por el director interino González Balcarce, informaba haber publicado el decreto de indulto a los desertores y, en oficio separado, renunciaba al cargo “por el mal estado de su salud”.

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