Se salvó porque hizo creer a los ladrones que venía la Policía

Después de que el martes le gatillaran dos veces en la cabeza en Barrio Victoria para robarle la moto (la bala no salió), el hombre apenas abrió unos centímetros la puerta de su casa para recibir a LA GACETA. Contó lo que pasó, pero no quiso fotos ni que apareciera su nombre: “No tengo miedo, pero necesito ser prudente”, dijo.

La víctima del intento de robo tiene sus razones para evitar ser identificado. Trabaja cerca del lugar en el que sufrió el intento de robo y sabe que los asaltantes viven en la zona. Teme represalias, porque los denunció. “Voy a seguir adelante con esto porque es lo que la sociedad necesita”, añadió.

Todo pasó muy rápido. “Me quisieron robar la moto. Eran seis hombres en tres motos, todos armados. Uno se bajó y me pegó en la espalda con una pistola. Después me apuntó a la cabeza y me gatilló dos veces”, explicó.

Pese a la dramática situación, el delincuente no logró amedrentar a su víctima, que se jugó la vida con dos acciones frente a seis hombres que lo apuntaban. “Primero dejé en cambio la moto y le saqué la llave. Quisieron llevársela, pero no pudieron. Después les dije que había un policía en la esquina y comencé a gritar. Era mentira, es una zona de muy poca presencia policial. Por suerte unos vecinos que me escucharon gritar también comenzaron a hacerlo. Parece que en ese momento los asaltantes se asustaron. Dejaron tirada mi moto y se fueron”, relató.

Tenía razón

Cuando los asaltantes se dieron a la fuga, la víctima inmediatamente llamó al 911. A los pocos minutos, en Próspero Mena y Magallanes, los efectivos redujeron a dos hombres que habían participado del intento de robo. Cuando se los identificó en la Comisaría 13° se confirmó que el denunciante tenía razón: ambos aprehendidos viven pasando el Canal Sur, a unas 25 cuadras del lugar donde intentaron robar una moto.

El hombre no ahorró elogios a la tarea de los efectivos en este caso particular. “Estuvieron muy bien, muy rápidos”, explicó. Sin embargo, agregó: “hay muy poca presencia policial. Pido que envíen gente urgente. Robaron al menos ocho motos en el último mes. Es un lugar donde viven muchos estudiantes y hay todo tipo de delitos”.

“Polvo a balazos”

Al igual que la víctima del intento de robo, los vecinos hablaron, pero bajo la condición de esconder sus nombres completos por una cuestión de seguridad. “Es que los que roban viven acá nomás, pasando el pasaje Japón”, señaló una vecina consultada.

Este medio habló con dos mujeres que, curiosamente, estaban haciendo lo mismo: acompañaban a sus hijas a tomar el colectivo.

“Voy con ella para que no le roben la mochila. Uno vive encerrado, como si estuviera en la cárcel. Le viven robando las zapatillas a la gente que va a la facultad (la Quinta Agronómica). Esta semana le dijeron a un vecino ‘te vamos a hacer polvo a balazos’ para robarle”, explicó Estella

“Está fea la zona, muy oscura. No hay quien nos cuide. Estamos abandonados. Yo acompaño a mi hija a tomar el colectivo porque ninguno sale solo de la casa. Cuando uno llama a la Policía dicen que no tienen móviles”, agregó María.

Este medio intentó hablar con las autoridades de la Comisaría 13°, seccional que tiene bajo su jurisdicción la zona del intento de asalto, sin obtener respuestas.