La justicia condenó a un norteamericano

La justicia condenó a un norteamericano

Realizará trabajos forzados durante 10 años

30 Abril 2016
SEÚL.- Corea del Norte sentenció ayer a 10 años de trabajos forzados al norteamericano de origen coreano Kim Dong-chul. De esa forma, se concretó la segunda condena de este tipo a ciudadanos de Estados Unidos en menos de dos meses, informó la prensa estatal del país comunista.

Kim, de 62 años, recibió el veredicto del Tribunal Supremo norcoreano por haber organizado, según el fallo, un plan de espionaje y subversivo para derrocar el sistema social del régimen, indicó la agencia de noticias estatal KCNA.

En el juicio, los fiscales pidieron 15 años de trabajos forzados y la defensa exigió la absolución al alegar arrepentimiento, según detalló el medio oficialista, aunque finalmente la sentencia fue de 10 años por violación de dos artículos del Código Penal norcoreano.

Este norteamericano, nacido en Corea del Sur, fue capturado en octubre en Rason, una zona económica especial en el extremo noreste de Corea del Norte, pegada a la frontera con China y Rusia, tras haber recibido de otra persona una memoria USB con secretos nucleares y militares norcoreanos, según confesó.

En su confesión, que tuvo lugar en marzo pasado en una rueda de prensa organizada por el régimen, el entonces acusado aseguró que su intención era entregar la información confidencial norcoreana a agentes de inteligencia de Corea del Sur.

Tras esta declaración, el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) de Seúl negó cualquier implicación en las presuntas actividades del condenado; mientras que Estados Unidos ni siquiera confirmó oficialmente su detención para evitar -según el Departamento de Estado- perjudicar a sus ciudadanos retenidos en el país.

El acusado también confesó haber actuado para calumniar la dignidad de la dirección suprema, en referencia al líder norcoreano Kim Jong-un, según puntualizó KCNA.

Kim es el segundo norteamericano condenado a trabajos forzados en Corea del Norte en apenas dos meses, después de que Otto Frederick Warmbier, estudiante de 21 años de la Universidad de Virginia, recibiera el 16 de marzo 15 años por intentar robar un cartel de propaganda política de su hotel, en Pyongyang. En ese caso, Corea del Norte difundió ampliamente el fallo, según el cual el joven había cometido este “acto hostil” contra el régimen por orden de una iglesia protestante de Ohio.

Al tratarse de un veredicto del Tribunal Supremo, máximo órgano judicial de Corea del Norte, las condenas a trabajos forzados se consideran definitivas y no existe posibilidad de apelación. (Télam)

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