Piezas claves de uno de nuestros grandes folcloristas

REEDICIÓN

PARA EL CIELO DE LOS TARCOS

OSVALDO “CHICHÍ” COSTELLO

(UNT – Tucumán) 

“Yo quiero cantarle al árbol que anda verdeando en mi pueblo, volverme gajo en el canto y florecer en el silencio…” La copla lanzada hace años al viento ha juntado a sus hermanas para revivir en el cancionero de un alma taficeña que hace más de tres décadas partió al cerro de la luz, donde se desmoronan los sueños. Rumores de zambas aromaron desde entonces su recuerdo. Para el cielo de los tarcos se titula el cancionero de Osvaldo “Chichí” Costello (1940-1985), que acaba de reeditar la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT.

La obra va acompañada de evocaciones sobre su persona y la calidad de sus creaciones de Rubén Cruz, Luis Gentilini, Gerardo Núñez, Néstor Soria y Juan Falú, entre otros. “Cuando se muere un cristiano”, “Zamba del Tarco”, “Agosto en Tucumán”, “Muchacho pelador” son, sin duda, piezas clave en el folclore. El paisaje y sus personajes (hacheros, ciegos, cosecheros, carreros) se visten en sus canciones con el ropaje de una poesía sencilla, habitada por sentimiento.

Hacedor de bellas melodías, enamorado de Tafí Viejo y San Pedro de Colalao, orgulloso de su tucumanidad, Costello construyó en su breve vida una obra trascendente. La reedición es un acierto; es uno de los folcloristas más importantes que ha dado nuestra tierra. Tal vez ese 24 de septiembre se lo llevó arropado en una zamba: “Ay, tarco, te doy mi canto, y apenas tocando el suelo, me voy pisando en tus flores un pedacito de cielo…”

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ROBERTO ESPINOSA