Marcharon en Buenos Aires por la libertad de una joven tucumana, condenada por la muerte de su bebé

Marcharon en Buenos Aires por la libertad de una joven tucumana, condenada por la muerte de su bebé

Según la defensa, Belén llegó con un aborto espontáneo al Hospital Avellaneda; la vincularon con un feto de 32 semanas, que encontraron en un baño, sin hacerle un ADN. Denuncian que hubo maltratos, torturas y violación de la confidencialidad.

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28 Abril 2016
La Casa de Tucuman, en Buenos Aires, fue el lugar donde este mediodía marcharon organizaciones que defienden los derechos de las mujeres para protestar por el encarcelamiento de Belén, una joven tucumana condenada el 19 de abril, después de haber pasado dos años presa, acusada por homicidio agravado por el vínculo.


A través de la etiqueta #LibertadParaBelen y #AbortoLegal en Argentina, el reclamo también se hizo escuchar en Twitter.

Según la defensa, Belén entró al Hospital Avellaneda el 21 de marzo de 2014 en la madrugada. "La historia clínica dice que entró con un aborto espontáneo de aproximadamente 20-22 semanas", explicó Soledad Deza, la abogada de la joven de 27 años, presa desde hace dos años, quien tomó el caso recientemente.

"Estuvo culpabilizada, porque al no tener una buena defensa eso afectó su posición, su integridad, su emocionalidad. Estamos hablando de una mujer desempoderada. Estamos hablando de una mujer de escasos recursos simbólicos y materiales que por el solo hecho de ser mujer y por la especial inquina del personal de la salud que la tenía que cuidar y la maltrató y por la agresividad de un sistema penal que se ensaña con las mujeres está alojada en una unidad penal hace dos años", insistió.

De acuerdo a la letrada, los médicos que la atendieron primero reconocieron que tenía un aborto espontáneo. "Varias horas después de que ella entró, hallaron un feto en un baño y se lo adjudicaron, sin ningún ADN. Se le hicieron pericias, sus médicos violaron el secreto médico, fueron a buscar al feto, la policía ingresó a la sala de ginecología, preguntó si había alguna abortante, les dijeron que sí y les dieron el nombre de Belén -explicó Deza-. La vincularon con un feto de 32 semanas del cual no hay ninguna prueba que lo vincule a Belén. Es más, hay contradicciones entre la edad gestacional de ese feto y del aborto que pusieron los médicos en la historia clínica".


Ella -repite- desconocía su embarazo. Recuerda que fue sometida a un interrogatorio por una enfermera del área de Ginecología del Hospital Avellaneda. "Me preguntó si me puse algo porque no era normal el sangrado", declaró ante los jueces. El médico, según Deza, le notificó que el diagnóstico era "aborto espontáneo", le recetó analgésicos para paliar las contracciones y decidió que quedara internada por cinco días.

Días después, Belén salió presa del Hospital Avellaneda, y así está desde hace dos años. Hace nueve días los integrantes de la Sala III de la Cámara Penal de Tucumán (Dante Ibáñez, Néstor Macoritto y Fabián Fradejas) la condenaron a ocho años de cárcel por "homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía".

Según dijo la madre de la joven, en el establecimiento médico -donde la reserva profesional y los cuidados al paciente deberían ser inviolables- fue donde se empezaron a violar los derechos de su hija. Según su testimonio, que reflejó APA Prensa, cuando Belén se despertó aquel día en la sala de partos había un grupo de médicos forenses "revisándole abajo" frente a policías que rodeaban su camilla y un enfermero que le mostraba el feto en una cajita y que -mientras la insultaba- le dijo: "Mirá, este es tu hijo". "Yo le decía que eso no era mío", agregó la joven tras precisar que el hombre decía que lo había encontrado en el baño, reflejó el portal Notas.org. 

La escena, que contó Belén ante el tribunal, no fue considerada dentro de las "formas de tortura y tratos degradantes" que consignan los tratados de derecho internacional. En Argentina, se calcula que entre 460 y 600 mil mujeres recurren cada año al aborto clandestino. Y que de ese total, muere un porcentaje muy alto.



El comunicado de Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito consigna que Belén "fue privada de su derecho a la salud, torturada y encarcelada. La justicia tucumana la condenó a ocho años de prisión acusada de abortar bajo la carátula "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el vínculo, aunque nada de eso haya sido demostrado. Hoy exigimos la inmediata excarcelación y anulación de dicho proceso", expresa el comunicado difundido a través de las redes sociales.

La ONG acusó a la justicia tucumana de no proteger los derechos de Belén. "Como cualquier paciente, toda mujer que llega con un aborto en curso o que tiene un aborto, sea provocado o espontáneo, está protegida por la confidencialidad de la relación profesional de la salud-paciente. Sin embargo en el caso de Belén algunos profesionales de la salud decidieron usar esa relación para violentarla y denunciarla a la policía. Médicos la interrogaron como si fueran jueces, enfermeras le acercaron en una caja el feto y personal de policía la insultó y degradó revisando sus partes íntimas", acusaron.



Desde #NiUnaMenos y la Oficina de la Mujer también se sumaron al reclamo y desnudaron su indignación ante el polémico fallo.

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