Rousseff admite ante aliados que es inevitable que la suspendan

Rousseff admite ante aliados que es inevitable que la suspendan

Ordenó limpiar los escritorios e implementar los proyectos en carpeta

28 Abril 2016
BRASILIA.- La presidenta, Dilma Rousseff, admitió ante sus aliados que su suspensión temporaria de la presidencia de Brasil es “inevitable” y decidió trazar una agenda para “defender su mandato” e impedir que el vice, Michel Temer, “se apropie” de proyectos y medidas de su gobierno. La estrategia, que tiene el visto bueno del ex presidente, Lula da Silva, busca mantener movilizado al Partido de los Trabajadores (PT) y reproducir el discurso de que Rousseff es “víctima de un golpe” y que un eventual gobierno de Temer es “ilegítimo”.

La mandataria le pidió a su equipo “apurar” todo lo que “ya esté listo o casi listo” para poder ser anunciado, antes de que el Senado apruebe el pedido de juicio político, en una votación prevista para el 11 de mayo, que resultará en la suspensión de Rousseff del cargo por hasta 180 días.

Según un asesor, Dilma no quiere dejarle a Temer acciones y medidas elaboradas durante su gobierno. La orden es la de “limpiar los cajones” y resolver todo. Los colaboradores defienden la idea de que Rousseff precisa mostrarse activa y que todavía cuenta con apoyo social. Por eso, se especula que Dilma viajaría a San Pablo para celebrar con sindicatos el Día del Trabajador, este domingo.

Rousseff cree que existe la posibilidad de que el Senado la declare inocente al final del juicio político y así podrá retomar su mandato. Pero miembros del oficialismo, y hasta el propio Lula, consideran que, después de quedar alejada del poder por un tiempo, eso va a ser “muy difícil” y que quedará sin condiciones para gobernar.

Cunha en problemas

Un nuevo testigo que colabora con la Justicia confirmó ante el Consejo de Ética de la Cámara Baja de Brasil que el jefe de los Diputados, Eduardo Cunha, uno de los impulsores del juicio político contra la Presidenta, recibió sobornos por intermediar contratos adulterados con la estatal Petrobras. Serían U$S 4 millones entregados en encuentros entre 2011 y 2012. (Especial)

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