El factor humano es prioridad para Azconzábal

El factor humano es prioridad para Azconzábal

Atlético es protagonista en una categoría en la que ningún equipo tucumano pudo sostenerse al año siguiente de haber subido.

SIEMPRE A FULL. Azconzábal no para ni un segundo durante las prácticas. la gaceta / foto de hector peralta SIEMPRE A FULL. Azconzábal no para ni un segundo durante las prácticas. la gaceta / foto de hector peralta
28 Abril 2016
Minutos después de la práctica realizada en Ojo de Agua, Juan Azconzábal sale de la cancha uno en compañía de Nicolás Romat. El técnico le cuenta al lateral una vieja anécdota de cuando él era chico. Su mirada se ilumina tanto que la repite con los periodistas que lo esperan, mientras escuchan otro viejo relato personal suyo. El “Vasco” habla de su tío periodista de Junín. Y lo recuerda con orgullo, con sentimiento sabiendo que a los 70 y pico de años el hermano de su padre todavía no perdió las mañas de la profesión.

El relato del entrenador va más allá de un capítulo de su vida. Apunta a qué huella quiere dejar él en Atlético. “Prefiero que me recuerden como buena gente”, le dice a LG Deportiva quien tranquilamente podría inflar el pecho y vivir en una nube por haberse convertido en el general más exitoso de un “Decano” que aún hoy continúa siendo actor protagónico en el torneo de Transición de Primera.

Atlético es protagonista en una categoría en la que ningún equipo tucumano pudo sostenerse al año siguiente de haber subido. Este Atlético que conduce Azconzábal, campeón de la B Nacional y ahora buscando un lugar en la Copa Libertadores, lo hizo posible.

“Sabemos que sin los jugadores es imposible hacer todo esto. Nosotros como cuerpo técnico estamos muy orgullosos de esta situación. El día de mañana será un recuerdo hermoso haber quedado en la historia del club, porque son situaciones que pasan a ser imborrables. Eso no tiene precio”, dice el DT, pero vuelve a la misma del inicio de la entrevista, aunque ahora habla en plural. “Pero más que eso, me gustaría que nos recordaran como buenas personas”, pide quien podría aferrarse a la victoria como pocos de sus pares que pasaron por 25 de Mayo y Chile.

Relajarse sería el pecado capital número ocho para Azconzábal. “El fútbol no deja de ser una pasión para todos los que estamos en Atlético. Pero también es un trabajo. Hay una relación directa de las partes. Ni los jugadores a nosotros, ni nosotros a ellos nos permitimos relajarnos”, confía Azconzábal, el hombre récord que exige a sus dirigidos como si estuvieran en la colimba. “Es que vemos a un plantel ambicioso. También, como cuerpo técnico, buscamos superarnos. En esto no hay un secreto. Sí hay ganas de trabajar y una gran recepción del grupo en cuanto a lo que pedimos”, asiente.

Mucha presión

A veces es tanta la presión que no vendría mal una sesión de diván. “Es verdad, no vendría mal pero no voy, ja”, reconoce Azconzábal, cuando el tema de la conversación vuelve a ser “dispersión”. “Para el cuerpo técnico es imposible. A veces, el día posterior a un partido intentás desenchufarte por unas horas pero es difícil. Igual no nos quejamos. Estamos satisfechos”.

Se sabe, el éxito tiende a desgastar las motivaciones. ¿Tiene fecha de vencimiento un ciclo tan positivo como el de Azconzábal? “Eso no lo planteamos porque se va sintiendo pero es preferible que se desgasten las cosas por el éxito y no por los malos resultados”, opina el “Vasco”, con contrato vigente aún en Atlético hasta diciembre. La idea es seguir, pero tal cual él mismo lo define, los resultados, al final de cuentas, en un fútbol sin margen de error lo decidirán.

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