El dinero según Shakespeare
17 Abril 2016
Por Carlos María Alsina
PARA LA GACETA - MILÁN

En Timón de Atenas Shakespeare nos dice esta reflexión sobre el oro y el dinero: “Bastará un poco de esto para hacer negro lo blanco, feo lo bello, mal lo correcto, bajo lo noble, viejo lo joven, cobarde lo valiente. ¿Por qué esto? ¿Para qué? Esto desplazará de su camino a los sacerdotes y quitará la almohada de abajo de la cabeza de los enfermos. 1 Esto unirá y partirá religiones, bendecirá a los malditos y ubicará a los ladrones, con títulos, aprobación y reverencia, en los escaños de los senadores (…) ¡Ramera vulgar de la humanidad que siembras la discordia entre los hombres!”

La obra pertenece al período más atormentado del insomne autor en la cual escribió sus textos más potentes: Hamlet, Coriolano, Otelo, Rey Lear, Macbeth, etc.

Acosado por traiciones afectivas y, luego de la muerte de Isabel I, por la preocupación de satisfacer al nuevo Rey Jacobo I (para quien escribió Macbeth atendiendo a las inclinaciones esotéricas del soberano), Shakespeare nos deslumbra con su sensibilidad poética sobre la nueva época que comenzaba: el mercantilismo. En Londres se acumulaba capital a partir de la conversión de la tierra en mercadería, proceso profundizado años antes por las expropiaciones de Enrique VIII al clero de Roma; en la piratería que se apropiaba de los metales preciosos de América y en el comercio de esclavos.

Esta época de ambición económica y cambios preocupaba a Shakespeare, políticamente conservador. Puede resumirse en el texto de Otelo a Desdémona: “En un tiempo eran los corazones a dar la mano. Pero la nueva heráldica es: manos, no corazones.” 2

Las nuevas relaciones sociales y económicas influyeron en el mundo afectivo de las personas. Si analizamos su obra veremos que, con frecuencia, aparece el rol del mediador: Uno dice a otro que desea o admira algo o alguien. Esto provoca que se despierte, en quien escucha u observa, el deseo de poseer lo referido. Los medios provocan el deseo de un tercero. Comienza a adquirir valor lo que no se posee. Dice Crésida, luego de amarse con Troilo, quien quiere irse una vez consumado su deseo: “¡Si hubiera resistido más no te irías!” 3

Tal vez por ello Shakespeare es nuestro contemporáneo y, con poesía, nos ilumina. Representó su época, el mercantilismo, matriz del sistema presente: hoy, quienes pueden, consumen sin fondo ni satisfacción final. Este proceso secular convirtió la ecuación original del feudalismo tardío: producir Mercancía para obtener Dinero para producir más Mercancía (M+D+M); en el capitalismo clásico: D+M+D, para llegar al actual y terrible esquema D+D+D. Timón supo expresarlo hace 400 años.

© LA GACETA

Carlos María Alsina - Dramaturgo, director y docente teatral.

Notas:
1) En la época solía quitarse la almohada de la cabeza de los moribundos para facilitar su tránsito.
2) Otelo, el moro de Venecia. Acto III. Escena IV.
3) Troilo y Cresida. Acto IV. Escena II.

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