Que no se corte el envión

Que no se corte el envión

En el “Decano” dejaron atrás la caída del lunes y buscan seguir de racha, como Aliendro

CON EL “MACHETE”. Azconzábal hojea en su libreta de trabajo, mientras su ayudante de campo, Ariel Zapata, y dos jugadores del plantel superior esperan recibir nuevas instrucciones del entrenador. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio CON EL “MACHETE”. Azconzábal hojea en su libreta de trabajo, mientras su ayudante de campo, Ariel Zapata, y dos jugadores del plantel superior esperan recibir nuevas instrucciones del entrenador. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
14 Abril 2016
Durante una breve pausa, que sirve para desconcentrar a los jugadores de los ejercicios que preparó el cuerpo técnico, Rodrigo Aliendro se encuentra cara a cara con la pelota, su mejor amiga, la que lo entiende y la que lo hizo feliz en estas últimas presentaciones con Atlético, independientemente de los resultados.

Aliendro, el volante con llegada que vino desde Chacarita y pegó el salto a Primera con el “Decano”, está dulce. Su idilio con las redes contrarias está en su mejor momento: tres goles en partidos consecutivos. Contra Argentinos, Huracán, el más resonante de todos; y contra Estudiantes, el más doloroso del trío. Su conquista, la primera de un partido con el “Pincha” que concluyó en derrota por los polémicos fallos del juez Fernando Espinoza, se diluyó entre los números de las estadísticas.

Está feliz Aliendro, pero a la vez triste. “El otro día no sirvió de nada (mi gol)”, lamenta quien por la baja de José Méndez fue titular en La Plata. Lo que sí festeja es que se le abrió el arco, como generalmente dicen los futbolistas.

“Sí, es verdad, se me abrió”, acepta con una sonrisa que se borra con la velocidad de un soplido cuando a la mesa vuelve a caer la carta de Estudiantes. “Es difícil sacarse la calentura Nosotros ya tuvimos nuestro momento para hacerlo y después pasamos a lo que sigue, al partido del sábado”, reconoce el ex “Funebrero”. Cambió el set de su bibliografía musical deportiva Aliendro. Ahora, sólo piensa en Defensa y Justicia.

Porque, después de un tropezón, no hay mejor manera que levantarse con la frente en alto y con una victoria que vuelva a meter en la conversación a Atlético por el puesto de privilegio, hoy en poder de Lanús, que se escapó a seis puntos de distancia de los de 25 de Mayo y Chile.

“Sería buenísimo conseguir una victoria. Sobre todo porque jugaremos en nuestra cancha y ante nuestra gente. Esperemos sacar un buen resultado”, se ilusiona Aliendro, que no baja la cabeza y habla de su última vez en el Monumental.

Fue el héroe de la noche ante Huracán, hace dos fechas, con su agónico gol en tiempo de descuento. Sin embargo, en el festejo cargó contra los hinchas. Les pidió silencio.

“No tuve que hacer eso”, admite, y continúa. “Fue un momento de calentura. Me dejé llevar por los insultos de 10 o 15 hinchas y no por los 25.000 que nos seguían alentando”, confía. “Me disculpé con la gente y vuelvo a hacerlo. Ya quedó todo atrás”, cree Aliendro, que lleva una enorme cicatriz en su codo izquierdo, de varias puntadas. No fue una herida en combate, fue una herida de la niñez, revela. “Me caí de un árbol cuando era chiquito, ja. Debo haber tenido ocho años, creo”, ríe el sorpresivo goleador del “Decano”.

“El año pasado también convertí bastantes goles en Chacarita, como nueve, en total”, destaca el volante ofensivo de un Atlético que ya hizo borrón y cuenta nueva tras lo sucedido en su visita al estadio Ciudad de La Plata.

Hoy habrá una nueva práctica para este grupo que tiene como objetivo prioritario volver a sumar de a tres. Y si para lograrlo necesita cazar al “Halcón”, así será, coinciden los “Decanos”, listos para reunirse hoy en el estadio Monumental, para la prueba de fútbol, a puertas cerradas.

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