Un plan de desarrollo que incluya el medio ambiente

Un plan de desarrollo que incluya el medio ambiente

LA GACETA

En un país donde la política ambiental es prácticamente inexistente, hablar de los desafíos ambientales de una provincia como Tucumán resulta casi una utopía. Es que la desvalorización de los problemas del medio ambiente no es sino el resultado inevitable de un pensamiento que no sabe más que moverse en la inmediatez, es decir, que de los bienes y servicios que brindan los ecosistemas sólo se consideran aquellos que hoy computa el mercado o que sirven a algún propósito político. La planificación es, en este sentido, una herramienta clave para el crecimiento de toda ciudad. Así lo entendió la municipalidad de Tafí Viejo, que promulgó un decreto para detener los pedidos de factibilidades para emprendimientos habitacionales (sobre todo los barrios privados) que no se ajustan a las ordenanzas vigentes y ponen en serio riesgo el medio ambiente. El titular de la Secretaría de Planeamiento y Desarrollo de Tafí Viejo, Héctor Bomba, aseguró que la ciudad está en un proceso de transición fundamentalmente por dos motivos: por la construcción del megabarrio Lomas de Tafí y por la instalación de nuevas urbanizaciones cerradas, muchas de ellas situadas en el área de contacto con la sierra San Javier. Todo esto tiene incidencia directa en la calidad ambiental de la ciudad y de los vecinos. Una de las consecuencias inmediatas de esta transición es la emergencia hídrica: los canales pluviales existentes tienen su capacidad operativa superada a causa de la expansión urbana y no se ha previsto ninguna infraestructura para contenerla. Esto se suma a otros inconvenientes como el colapso en el suministro de servicios básicos como agua potable y cloacas o la falta de un sistema integrado de transporte de colectivos. “Por el momento, hemos promulgado un decreto para detener estas iniciativas hasta tanto desarrollemos un plan director que oriente estas nuevas construcciones y garantice calidad de vida para los habitantes de la ciudad. La dinámica de crecimiento que experimentó el municipio, de forma irracional, ya impactó negativamente en el ciclo de agua, debido a que se han ocupado áreas de alta permeabilidad en el piedemonte”, dijo el funcionario.

Esta decisión, loable desde el punto de vista ambiental, debería ser un ejemplo para otros municipios que tienen problemáticas similares. Porque creemos, sin lugar a dudas, que para el cuidado del ambiente es imprescindible que desde el sector público se fomente una concientización ambiental que solamente se puede lograr gracias a un trabajo coordinado entre el Estado y el sector privado. Un trabajo que dirija sus esfuerzos hacia un desarrollo sustentable y armónico, por medio del cual se refuercen las responsabilidades propias de cada sector. Sin duda, resulta esencial el papel de la sociedad civil como parte activa de ese proceso a través de múltiples mecanismos que se encuentran plasmados tanto a nivel nacional como provincial y municipal. Pero, el rol del Estado es clave. No sólo desarrollando un plan que contemple el medio ambiente, sino que también articule de manera real y efectiva esa complementación entre lo público y lo privado.

En materia ambiental nuestra provincia siempre ha demostrado una falta de dimensión estratégica para el crecimiento urbano. Una planificación con mayor transparencia e información que exprese en qué lugar queremos determinadas actividades, cómo desarrollarlas, y dónde no. No dejar librado el futuro a un oportuno mejor postor, sino saber hacia dónde y cómo queremos crecer es el desafío tanto de unos como de otros.

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