Los distintos hijos de los 70

Los distintos hijos de los 70

historias de la generación que heredó la tragedia argentina

FRACTURAS PASADAS QUE SIGUEN EXPUESTAS. La posibilidad de reconciliación ronda las páginas llenas de acercamientos frustrados.  foto de archivo FRACTURAS PASADAS QUE SIGUEN EXPUESTAS. La posibilidad de reconciliación ronda las páginas llenas de acercamientos frustrados. foto de archivo
10 Abril 2016
 TESTIMONIO

HIJOS DE LOS 70

CAROLINA ARENES Y ASTRID PIKIELNY
(Sudamericana - Buenos Aires) 

Siento una cierta desconfianza hacia el exceso de memorias que ha atiborrado los estantes de las librerías en las últimas décadas. Si las primeras obras fueron saludadas con entusiasmo, la proliferación es agobiante. Cuando me llegó Hijos de los 70, tuve la tentación de apartarlo.

Sin embargo, leerlo fue una experiencia interesante, sobre todo por las preguntas y cuestionamientos que suscita. En el prólogo a las 23 entrevistas a los “hijos de los 70”, las periodistas Arenes y Pikielny toman distancia de la “teoría de los dos demonios” e insisten en su propósito de entregar un panorama de las historias de vida marcadas por la filiación. En las páginas del libro encontramos con todos tipo de “hijos”: hijos de víctimas del terrorismo de estado, hijos de militantes asesinados por la guerrilla, hijos apropiados, hijos de militares enjuiciados, hijos de víctimas de la violencia guerrillera, hijos nacidos en cautiverio, etcétera. Una heterogénea variedad de casos reunidos alrededor del significante “hijo de”. Entre ellos Félix Bruzzone, el escritor; Eva Donda; los hijos de Marcelo Dupont a quien asesinaron por su relación con el caso de Elena Holmberg. También “hijos notorios” como Hernán Vaca Narvaja y Mario Javier Firmenich; Ricardo Saint Jean y Claudia Rucci. Los hijos buscan la historia detrás del padre. “¿Quién tiene el medidor del dolor? ¿Quién decide quién sufrió más?”, se plantea Eva Daniela Donda. Félix Bruzzone dice: “Me gustaría conocer todos los detalles posibles, porque los detalles, cualquier detalle, arman un poco sus imágenes”. Miguel Dupont “sueña que su padre vuelve, sucio, golpeado, desarrapado , irreconocible”; Aníbal Guevara quiere diferenciarse tanto de los crímenes de su padre como de los que abusaron del poder del Estado; Mariano Tripiana pide a los hijos de los represores que obliguen a sus padres a decir la verdad, Mario Firmenich considera al padre un héroe; Analía Kalinec escribe una carta a su padre donde le expresa su dolor y condena; Luciana Ogando demanda el derecho a rebelarse aún contra sus padres montoneros, etcétera.

Un diálogo posible

Todo testimonio supone el relato de una experiencia personal. En este caso no se puede negar la función de selección y encuadre cumplida por las compiladoras. Las polémicas protagonizadas por Oscar del Barco; Graciela Fernández Meijide, Norma Morandini y Ricardo Leis no son ajenas.

La posibilidad de reconciliación ronda las páginas llenas de acercamientos frustrados. La escritura del pasado queda inextricablemente unida a la familia como sujeto. Cada lector extrañará la falta de alguna historia, las autoras piden que intente imaginar “un diálogo posible, un diálogo abierto” en esta reunión de voces.

© LA GACETA

 CARMEN PERILLI

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