06 Abril 2016
TENSIÓN. En el Antena los vecinos no quiere que se venda droga. la gaceta / foto de Foto de José Nuno
Mientras los investigadores esperan una orden judicial para detener a los sospechosos de haber acabado con la vida de Miguel Ángel Gallardo, sus familiares y amigos atacaron el lunes por la noche la casa de una mujer que, supuestamente, vende droga en el barrio Antena.
El lunes a la madrugada, por razones que aún no están claras, la víctima caminaba por la avenida principal de ese barrio. Se enfrentó a dos personas y una de ellas le produjo tres heridas con un arma blanca.
Los investigadores creen que Gallardo fue hasta ese lugar a comprar drogas. Los familiares desmintieron esa versión y aseguran que, en realidad, las personas que se enfrentaron con él lo mataron para robarle las zapatillas y para poder comprar drogas.
Personal de la división Homicidio y Delitos Complejos, al mando de los comisarios Jorge Dib y Daniel Robles, identificaron a los supuestos autores en base a los testimonios aportados por dos jóvenes que presenciaron el hecho.
“Hábitos” barriales
Según confiaron fuentes judiciales, su declaración se hizo esperar porque estaban bajo el efecto de las drogas que consumieron la noche en la que se cometió el homicidio.
Estos dijeron, de acuerdo con la versión del mismo informante, que habían visto la mortal pelea, pero no supieron precisar la verdadera razón del ataque.
También explicaron que se acostumbra que toda persona foránea que va a comprar droga al barrio debe entregar parte de la sustancia a los habitantes para no tener problemas. Dijeron que quizás Gallardo no quiso cumplir con esa costumbre y por eso peleó con los acusados.
Reacción
Desde el lunes a la mañana los vecinos del barrio Antena anunciaban que no se quedarían de brazos cruzados. Dijeron que harían una movilización -no se concretó por las malas condiciones climáticas- y que harían lo imposible para expulsar a los vendedores de droga del barrio. Y cumplieron con esta amenaza.
“No era gente de aquí. Todos eran residentes de El Palomar, vinieron a hacer justicia por mano propia. Obviamente que los vecinos del Antena los apoyamos porque ellos están matando a nuestros hijos con la porquería que venden”, aseguró Marcelo, uno de los vecinos que presenció el ataque.
La casa elegida fue la de una “transa”. No sólo porque allí se vende paco, sino porque su hermano estaría involucrado en el crimen. Fuentes judiciales y policiales confirmaron que los vecinos ingresaron a la precaria vivienda y causaron mucho destrozo. Al parecer, la mujer habría decidido mudarse a otro lado.
Un peligro
Cristian Correa, dirigente barrial, confirmó que aún hay clima de tensión. “La gente está muy preocupada por lo que está ocurriendo. Hay muchos transas por la cantidad de adictos que hay en el barrio. Chicos de 8 años y adultos consumen paco y pasta base porque son las más baratos”, comentó en una charla con LA GACETA.
Correa explicó que su organización trata de alejar a los jóvenes de la droga mediante actividades deportivas y encuentros sociales. “Con eso no alcanza. Necesitamos la presencia del Estado -advirtió-. No sólo con programas de contención para los adictos, sino con ayuda social y educación para todos”.
El lunes a la madrugada, por razones que aún no están claras, la víctima caminaba por la avenida principal de ese barrio. Se enfrentó a dos personas y una de ellas le produjo tres heridas con un arma blanca.
Los investigadores creen que Gallardo fue hasta ese lugar a comprar drogas. Los familiares desmintieron esa versión y aseguran que, en realidad, las personas que se enfrentaron con él lo mataron para robarle las zapatillas y para poder comprar drogas.
Personal de la división Homicidio y Delitos Complejos, al mando de los comisarios Jorge Dib y Daniel Robles, identificaron a los supuestos autores en base a los testimonios aportados por dos jóvenes que presenciaron el hecho.
“Hábitos” barriales
Según confiaron fuentes judiciales, su declaración se hizo esperar porque estaban bajo el efecto de las drogas que consumieron la noche en la que se cometió el homicidio.
Estos dijeron, de acuerdo con la versión del mismo informante, que habían visto la mortal pelea, pero no supieron precisar la verdadera razón del ataque.
También explicaron que se acostumbra que toda persona foránea que va a comprar droga al barrio debe entregar parte de la sustancia a los habitantes para no tener problemas. Dijeron que quizás Gallardo no quiso cumplir con esa costumbre y por eso peleó con los acusados.
Reacción
Desde el lunes a la mañana los vecinos del barrio Antena anunciaban que no se quedarían de brazos cruzados. Dijeron que harían una movilización -no se concretó por las malas condiciones climáticas- y que harían lo imposible para expulsar a los vendedores de droga del barrio. Y cumplieron con esta amenaza.
“No era gente de aquí. Todos eran residentes de El Palomar, vinieron a hacer justicia por mano propia. Obviamente que los vecinos del Antena los apoyamos porque ellos están matando a nuestros hijos con la porquería que venden”, aseguró Marcelo, uno de los vecinos que presenció el ataque.
La casa elegida fue la de una “transa”. No sólo porque allí se vende paco, sino porque su hermano estaría involucrado en el crimen. Fuentes judiciales y policiales confirmaron que los vecinos ingresaron a la precaria vivienda y causaron mucho destrozo. Al parecer, la mujer habría decidido mudarse a otro lado.
Un peligro
Cristian Correa, dirigente barrial, confirmó que aún hay clima de tensión. “La gente está muy preocupada por lo que está ocurriendo. Hay muchos transas por la cantidad de adictos que hay en el barrio. Chicos de 8 años y adultos consumen paco y pasta base porque son las más baratos”, comentó en una charla con LA GACETA.
Correa explicó que su organización trata de alejar a los jóvenes de la droga mediante actividades deportivas y encuentros sociales. “Con eso no alcanza. Necesitamos la presencia del Estado -advirtió-. No sólo con programas de contención para los adictos, sino con ayuda social y educación para todos”.
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