Encapuchados entraron a robar a su casa

Encapuchados entraron a robar a su casa

Le barretearon la reja, le reventaron la puerta y le robaron $ 18.000, de madrugada; “somos policías”, le dijeron a las víctimas. Los delincuentes tenían una herramienta similar a un ariete, con el que la Policía rompe cerraduras para abrir puertas.

CASA ROBADA. El dueño de la vivienda muestra la verja que violentaron los delincuentes. Atrás se ve la puerta que reventaron de un sólo golpe. la gaceta / foto de josé nuno CASA ROBADA. El dueño de la vivienda muestra la verja que violentaron los delincuentes. Atrás se ve la puerta que reventaron de un sólo golpe. la gaceta / foto de josé nuno
04 Abril 2016
Clodomiro Risso estaba durmiendo, al igual que toda su familia, cuando sintió un estallido en su casa. Cuando se levantó a ver, se encontró con dos hombres encapuchados en su comedor, que lo apuntaban con pistolas. ”¡Policía, dame toda la plata!”, gritó uno de ellos, antes de que ambos escaparan con $ 18.000, un celular y una netbook.

El hecho ocurrió a las 5 de la madrugada del viernes en la avenida Alem al 2.300. Sin embargo, las víctimas lo recuerdan como si hubiese sido ayer.

“Primero abrieron la verja con una barreta. A la puerta de casa directamente la reventaron con una herramienta similar a un ariete policial”, contó Risso, quien agregó que las pistolas que empuñaban los delincuentes “eran similares a las armas reglamentarias que usa la Policía”.

Según el dueño de casa, los ladrones no los maltrataron y la familia no se resistió. “Sólo me dieron un pequeño golpe para que me tire al suelo, más que nada para asustarnos”, sostuvo el hombre.

Ladrones profesionales

Para las víctimas, los hombres que entraron a su casa son “expertos” en este tipo de delitos. “Estos no son choros baratos. Son profesionales. Nos dimos cuenta que ellos sabían lo que estaban haciendo. Ya nos habían entrado a la casa alguna vez por atrás y nos habían robado una olla gigante para hacer locro, pero esta vez fue muy diferente. No sé si realmente son policías, pero está muy claro que saben lo que hacen”, opinó Risso. Según él, “fue una entregada”.

Además del hombre, en el momento en que ingresaron los delincuentes en la casa estaban su esposa, quien sufrió un ataque de nervios, y el hijo de ambos.

El primero en reaccionar fue Risso, que corrió a los ladrones hasta la reja de su vivienda. Allí pudo ver que los delincuentes se subieron a un Volkswagen Gol gris tres puertas en el que los esperaban dos cómplices. Una vez en el vehículo, escaparon a toda velocidad por la avenida Alem.

En este momento Risso desconfía de cualquiera. “Un vecino me contó que antes de entrar, el auto dio varias vueltas por la zona. En la esquina pararon y hablaron con un muchacho que vive ahí. Inmediatamente después se vinieron para acá”, relató.

La desconfianza incluso es contra la Policía. “La verdad es que hice la denuncia solamente porque se llevaron la computadora de mi hijo y su boleto estudiantil. Yo no le creo nada a la Policía. Acá, en esta zona, venden droga por todos lados y nadie hace nada. A la plata ya la di por perdida. Eso va y viene. Hoy, en frío, agradezco que no nos hicieron nada a nosotros”, sostuvo.

La solución para la familia Risso, por el momento, será poner una cadena con un candado en la reja. “Así, por lo menos, por el ruido nos vamos a enterar antes de que los tengamos adentro de la casa”, confiaron.

La investigación del caso quedó a cargo de la División Criminalística de la Policía de Tucumán.

Segundo caso

Esa misma madrugada una familia de Tres Pozos, Estación Aráoz, sufrió un robo con una modalidad similar. Cinco personas ingresaron a la casa de una familia tras violentar una ventana. Al encontrarse con los propietarios, los amenazaron con armas de fuego. Según la denuncia, antes de huir se llevaron $ 4.000, una cortadora de fiambre, un reproductor de DVD y una pistola.

Luego, los delincuentes escaparon en un automóvil Fiat Siena de color claro y en una moto.

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