Las “dos caras” del dengue le valieron un premio a la ciencia

Las “dos caras” del dengue le valieron un premio a la ciencia

La científica Andrea Gamarnik obtuvo el galardón L’Oréal-Unesco por sus descubrimientos de los mecanismos de multiplicación del virus

ANDREA GAMARNIK. “La gran epidemia nos encontró sin armas”, reconoció la premiada científica y estimó que en 2017 estará la vacuna.  ANDREA GAMARNIK. “La gran epidemia nos encontró sin armas”, reconoció la premiada científica y estimó que en 2017 estará la vacuna.
28 Marzo 2016
“Pensé en el virus del dengue porque era un enorme problema para la salud pública en Argentina y para la región en general. En la actualidad hay 390 millones de infectados en todo el mundo cada año. Y es un problema que todavía no tiene solución”, explica la científica argentina Andrea Gamarnik, quien recibió el jueves el Premio internacional L’Oréal-Unesco, por la investigaciones vinculadas al virus del dengue que desarrolla desde hace 10 años. El reconocimiento llega justo en un momento en el que la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti se ha convertido en una epidemia en Sudamérica.

Gamarnik, graduada en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA y doctorada en 1993, obtuvo el premio a la científica más destacada de América Latina, seleccionada a partir de un universo de 2.600 investigadoras. “Debido a que es un virus de gran relevancia para nuestra región, desde que inicié mi trabajo de investigación en el país me dediqué a estudiar los mecanismos moleculares que permiten la infección y reproducción del virus del dengue en células humanas y de mosquito”, indicó Gamarnik, investigadora principal del Conicet y jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL).

Mecanismo único

En contra de lo que los científicos pensaban, el virus del dengue no es el mismo en las personas infectadas y en los mosquitos que lo transmiten: cuando salta de una especie a otra, “reprograma” su información genética y así mejora su capacidad de proliferar en el organismo invadido. Ese hallazgo fue realizado por un equipo liderado por la doctora Gamarnik en el Laboratorio de Virología Molecular de la FIL.

En un reciente estudio, publicado en la revista “PLOS Pathogens” y cuyos primeros autores son dos jóvenes investigadores del Conicet, Sergio Villordo y Claudia Filomatori, se identificó la región del genoma viral que se modifica cuando salta del mosquito al humano y viceversa. “Para nosotros fue inesperado observar que esta región funciona como una moneda de dos caras distintas”, graficó Villordo. “Una de ellas resulta muy útil para garantizar la infección en mosquitos, mientras que la otra es útil para infectar al humano. De este modo, cuando el virus cambia de hospedador puede intercambiar rápidamente entre estas caras mediante la introducción y selección de mutaciones”.

Gamarnik y su equipo también describieron el mecanismo biológico a través del cual el virus del dengue modifica esa región del genoma para saltar de una especie a otra. La región del genoma viral que muta, apuntó la investigadora, tiene una estructura que se encuentra duplicada, es decir, tiene dos copias casi iguales de la misma región. Construyendo virus genéticamente modificados, ella y sus colegas descubrieron que en humanos el virus necesita sí o sí una copia correcta de esa estructura y, para infectar mosquitos, necesita inevitablemente una copia alterada. “La evolución llevó a que el virus mantenga dos copias para así pasar de mosquitos a humanos con alta eficiencia”, explicó la premiada científica y añadió que ese mecanismo también podría verificarse en otros virus transmitidos por insectos que causan enfermedades en humanos.

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