Con una concentración multitudinaria, reivindican al kirchnerismo en la Plaza de Mayo

Con una concentración multitudinaria, reivindican al kirchnerismo en la Plaza de Mayo

El presidente Macri fue denostado en el acto central del movimiento de derechos humanos.

POSTURA. Estados Unidos fue partícipe de los delitos de lesa humanidad cometidos en la región, expresó Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. DYN POSTURA. "Estados Unidos fue partícipe de los delitos de lesa humanidad cometidos en la región", expresó Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. DYN
Muchos de los que este 24 de marzo vinieron a la Plaza de Mayo a conmemorar los 40 años del Golpe antes habían venido a saludar a Cristina Fernández de Kirchner durante su último día como presidenta y, en 2011, a despedir los restos de Néstor Kirchner. Y en el primer Día Nacional por la Justicia, la Verdad y la Memoria con el kirchnerismo en la oposición, los participantes de la tradicional concentración reivindicaron las políticas de "la década ganada" y pasada, y denostaron a Mauricio Macri, el nuevo inquilino de la Casa Rosada.

Fue un acto multitudinario, con columnas de militantes desbordando la plaza, y abundante movilización de gremios, organismos y agrupaciones políticas. El sector más afín al kirchnerismo estuvo representado por La Cámpora, Kolina, Justicia Legítima y Tupac Amaru, el colectivo de la jujeña Milagro Sala. Integrantes de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, e hijos y nietos de desaparecidos subieron al escenario montado de espaldas a la Casa Rosada. El acto consistió en la divulgación de un documento consensuado entre los distintos organismos mientras, de fondo, una pantalla proyectaba retratos de los detenidos-desaparecidos en el período 1976-1983. Antes del mensaje principal, el parlamentario porteño Horacio Pietragalla, hijo de víctimas de la Dictadura y uno de los niños cuya identidad fue restituida por las Abuelas, leyó una carta de Sala. "Volvió la privación ilegítima de la libertad y la censura a la Argentina", expresó la jefa de Tupac Amaru desde la cárcel, y acusó a "las corporaciones" de tramar y ejecutar su detención.

Justamente la exigencia de la liberación de Sala fue una de las consignas principales de la concentración. El documento confeccionado por los organismos la considera una presa política y una víctima del "retroceso democrático que vive el país" desde la partida de Fernández de Kirchner. La proclama recordó a todos los enemigos "del modelo": los medios hegemónicos, los fondos buitre, la exclusión, la Justicia adicta, los empresarios cómplices, la teoría de los dos demonios y Estados Unidos. 

"En estos 40 años llegamos a ver a los genocidas reivindicando sus crímenes en la televisión. La historia empezó a cambiar en 2003, con Néstor… El cambio de Gobierno ha implicado la vulneración de derechos", indicó el mensaje.
Las concesiones que Barack Obama había hecho ayer y esta mañana en Buenos Aires respecto del rol que su país desarrolló en el Golpe no suavizaron la posición hipercrítica del movimiento de derechos humanos. "Recientemente el presidente estadounidense anunció la desclasificación de los archivos sobre la Dictadura: esta es su obligación. Estados Unidos fue partícipe de los delitos de lesa humanidad cometidos en la región", afirmó a su turno Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas. Y fue más allá del pasado al expresar: "sostenemos categóricamente que Washington debe dejar de violar derechos humanos en su territorio y afuera, como ocurre en la cárcel de Guantánamo (Cuba)".

Adiós a las banderas

Por más de un motivo, la concentración en la Plaza de Mayo mostró "al otro" país que no está contento ni con Macri ni con la visita de Obama. Para comenzar, las banderas estadounidenses que hasta ayer ondeaban en la zona de influencia de la Casa Rosada se habían esfumado. Para proseguir y a diferencia de los elogios con los que Obama arropó a su par, los organismos defenestraron los 100 primeros días del jefe de Estado argentino. Entre otros reproches, dijeron que había criminalizado la protesta callejera con la excusa del combate al narcotráfico; que había desbaratado el proceso democratizador de la Ley de Medios, y que los despidos en el sector público y privado demostraban su vocación de gobernar "para unos pocos". A ello añadieron: "el Gobierno tiene un doble discurso. Mientras dice que apoya el juzgamiento de los responsables de la dictadura, echa a quienes deben sostener los juicios, y no ceja en su intención de correr y limitar a Alejandra Gils Carbó (procuradora general y lideresa de Justicia Legítima)".

Los protagonistas del acto advirtieron que Macri pretendía reinstalar la teoría que también atribuye responsabilidades a los grupos guerrilleros de la década de 1970. "En el Parque de la Memoria, el Presidente, al reafirmar el 'Nunca Más', habló de violencia política y de violencia institucional. Ahí están los dos demonios", dispararon las organizaciones de derechos humanos, quienes también defendieron a los oficialismos de Brasil, de Bolivia y de Venezuela. "Van por Lula y Dilma, por Evo y por Maduro", declararon.

La lucha de las últimas cuatro décadas se traduce en números concretos: más de 660 partícipes de la dictadura condenados; 160 identidades restituidas a niños nacidos en cautiverio o apropiados; 35 espacios creados para recordar a las víctimas y alrededor de 130 centros clandestinos de detención identificados. Pese a esos logros y a que la democracia recuperada en 1983 ha sufrido tropiezos -algunos muy graves- pero no nuevos golpes, los organismos de derechos humanos dijeron que venían a la Plaza de Mayo otra vez con miedo porque se sentían estigmatizados.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios