Un comisario y dos agentes, acusados de extorsionar

Un comisario y dos agentes quedaron seriamente comprometidos en un caso de presunta extorsión a un ex policía. Le habrían pedido $ 7.000 para que no secuestraran el auto de su hijo.

Manuel Carrizo, ex policía, denunció el caso en enero pasado en la Justicia. Cuando declaró, según consta en el expediente judicial, dijo que dos jóvenes que se identificaron como agentes de la fuerza se presentaron en el domicilio de un pariente donde su hijo guardaba su vehículo.

Con lujo de detalles contó que los policías le dijeron que buscaban ese vehículo porque, al parecer, habría participado de un robo. Con el correr de los minutos, y cuando ya había varios familiares de la víctima, le dieron otra versión. “Le vamos a decir la verdad. El fiscal de la Fiscalía de Instrucción IX le tiene mucha bronca al ‘chango’ suyo (N. de la R.: en realidad la fiscalía aún no tiene titular y es subrogada por Adriana Reinoso Cuello). Pero no se preocupe que todo es solucionable y ya viene el jefe”, le dijeron, según relató ante la fiscala Adriana Giannoni.

Y efectivamente, a los pocos minutos, al lugar llegó un hombre en un VW Bora azul con vidrios polarizados que, según consta en su declaración, también le pidió que se tranquilizara y que hablara con los agentes para solucionar los problemas. “Ellos saben todo y le van a decir cómo manejarse”, le habría dicho. Cuando el “jefe” se fue, los cómplices le avisaron que pagando $ 7.000 destruirían la causa y hasta un supuesto video donde quedó identificado el vehículo. Les pidió un día para reunir el dinero y acordó la entrega de la plata frente a sus parientes.

Para evitar que el hombre realizara alguna denuncia, uno de los agentes lo siguió hasta su casa, según declaró. Lo hizo en el auto y acompañado por la hija de la víctima. Una vez que llegaron a la vivienda uno de los policías le habría impedido a la joven que descendiera del vehículo. La chica se pudo bajar cuando le ratificaron el lugar y horario de entrega del dinero.

Carrizo dijo que solicitó un crédito de manera desesperada y al otro día entregó el dinero a uno de los uniformados, que habría llegado a su casa en un vehículo y acompañado por una mujer. “Ni siquiera lo contó. Se lo puso en el bolsillo del pantalón y se marchó”, agregó.

La víctima no se quedó de brazos cruzados, sino que comenzó a realizar algunas averiguaciones. No sólo comprobó que la causa era inexistente, sino que además identifico a los supuestos autores de la maniobra. Dijo que serían el comisario Oscar López, segundo jefe de la seccional 10a, y los agentes Roberto Flores y Agustín Díaz, que también prestaban servicios en esa dependencia.

Díaz había sido detenido en febrero pasado al ser sospechoso de haber participado de un violento asalto. El 21 de diciembre cuatro hombres ingresaron a los galpones de la línea 118. Redujeron a los mecánicos -utilizaron una pistola similar a las que cuenta la fuerza- para quedarse con una supuesta suma de dinero que no había en el lugar. Cuando decidieron marcharse, se toparon con representantes de la empresa que se desplazaban en un Chevrolet Corsa gris y se lo robaron. En febrero, personal de sustracción de automotores hizo un allanamiento en una propiedad de Díaz y encontraron ese auto. Como no habría podido probar su origen, quedó detenido. Luego fue liberado.

La fiscala Giannoni investigó el caso y obtuvo testimonios de varias personas que inculparon a los policías. También secuestró celulares para hacer un estudio sobre las llamadas y mensajes que se realizaron y enviaron desde esos aparatos. Realizó una rueda de reconocimiento y varios testigos lois acusaron como los autores de la extorsión. Los tres acusados se negaron a declarar. La fiscala pidió sus detenciones, pero su planteo no prosperó porque el juez Alejandro Tomas dijo que se trataba de un delito excarcelable y que no había razones firmes para pensar que los sospechosos entorpecerían la investigación, según consta en la causa.

López tuvo un fugaz paso por la comisaría de Bella Vista y por este caso fue pasado a disponibilidad. Lo mismo ocurrió con Flores y con Díaz.

Los policías deberán presentar declaración jurada

“Con la misma intensidad con la que combatimos el delito, vamos a luchar contra los casos de corrupción en la Policía”, aseguró Paul Hofer en una charla con LA GACETA para referirse sobre el caso en el que tres uniformados quedaron imputados en una causa de extorsión.

- ¿Le preocupa este tipo de casos?

- Por supuesto. Somos inflexibles ante este tipo de situaciones. Siempre hemos colaborado con la Justicia para que investigue a los hombres de la fuerza que aparecen implicados en algún caso de corrupción o que hayan cometido algún tipo de delito. También hacemos nuestro propio seguimiento del desempeño de los integrantes de la fuerza.

- ¿Cómo es ese sistema? 

- Desde hace bastante tiempo los agentes transitorios que ingresaron a la fuerza en 2013 son sometidos a una evaluación. Se tiene en cuenta su desempeño, su nivel de ausentismo, su disciplina y si no quedaron involucrados en alguna causa penal. En lo que va del año quedaron fuera de las filas de la Policía unos 10 hombres que no cumplían con lo que pretendemos.

- ¿Confían en la manera de evaluación?

- Es individual. Se controla a cada hombre. No queda margen de dudas cuando un agente, un suboficial o un oficial recibe una sanción. Eso sí, por las normas que se manejan en la fuerza, no se actúa con la celeridad que uno quisiera.

- ¿Hay otra medida que estén pensando en realizar para luchar contra la corrupción?

- Sí. Vamos a hacer cumplir a rajatabla una norma que obliga a todos los uniformados a presentar una declaración jurada con sus bienes y otra de su cónyuge. Eso también nos puede ayudar a combatir la corrupción.

- ¿De qué manera podrán cumplir con su objetivo?

- Vamos a poder comprobar si con los ingresos que tienen pueden justificar los bienes que poseen.