La lavandina mata las larvas del mosquito del dengue

La lavandina mata las larvas del mosquito del dengue

La investigadora Giselle Romero dará hoy la charla “Mosquitos: lo que necesitás saber para actuar informado” en la Fundación Miguel Lillo.

23 Marzo 2016
Vaciar los cacharros, poner arena húmeda en los floreros, ponerse repelente cada dos horas, extremar la prevención en las embarazadas. Estos son los consejos básicos que se vienen escuchando desde 2009 para combatir el dengue. Y según los especialistas estamos cerca del pico máximo que podría darse a fines de marzo. Para estar preparados, el Jardín Botánico de la Fundación Miguel Lillo organizó para hoy, a las 10, la charla “Mosquitos: lo que necesitás saber para actuar informado”. Se dictará en Miguel Lillo 251 y estará a cargo de la licenciada Giselle Romero, investigadora del Instituto Superior de Entomología de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT y becaria del Conicet

La exposición versará sobre los métodos para prevenir las enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti -dengue, chikungunya y zika- y sobre nuestros comportamientos cotidianos que influyen en la reproducción del mosquito.

“Acumular agua en cacharros en el fondo de las casas es una práctica muy común entre los tucumanos. Debemos ser más conscientes ya que los mosquitos se han ido adaptando a nuestras costumbres a través del tiempo”, advierte la investigadora. Romero insiste en que tanto la prevención personal como la domiciliaria constituyen el método más efectivo para luchar contra el dengue. Las fumigaciones masivas se descartaron porque solo matan el mosquito adulto.

Medio siglo de lucha

La Organización Panamericana de Salud (OPS) -recordó la bióloga- lanzó una agresiva campaña para erradicar el vector del continente en 1947. Pero la situación cambió en muy poco tiempo. El mosquito comenzó a reinfectar en países en los cuales había sido erradicado, teniendo como resultado los actuales brotes en América Latina. “Usaron como insecticida el organofosforado, un veneno muy tóxico que mató a muchas especies de animales. Sin embargo no se logró exterminar el dengue por completo”, enfatizó Romero.

Correcto descacharrado

El control es la piedra angular de cualquier esfuerzo para prevenir el dengue. De ahí que se deban desechar todos los recipientes, como envases, botellas, frascos, latas, bidones, llantas y otros que favorecen la cría del Aedes aegypti cuando permanecen con agua. “El huevo del mosquito es muy resistente a la sequía y puede vivir un año en un ambiente acuático. Por eso se recomienda no sólo tirar el agua de los cacharros, sino también limpiar la superficie con un cepillo y dejarlos boca abajo sobre el piso, para que los mosquitos hembras no vuelvan a depositar los huevos allí”, subrayó Romero.

La tesis del doctorado de la bióloga se basa en la búsqueda y posterior estudio de productos domiciliarios que puedan llegar a ser efectivos en la erradicación del mosquito. En su investigación, logró probar dos elementos: la lavandina y el agua oxigenada. “Los dos son muy efectivos. Desintegran los huevos y en cinco minutos desaparecen. Pero la lavandina es mucho más económica”, aclaró la estudiosa. Recomendó usar estos dos productos para limpiar los pisos y colocar en las alcantarillas, ya que son efectivos para eliminar las larvas y pupas en su totalidad.

También aprueba el uso de las plantas aromáticas (romero, alcanfor, menta, crotalaria y margaritas) porque contienen compuestos orgánicos naturales (piretrinas) que ahuyentan los mosquitos.

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