Una carta de Anchorena

Una carta de Anchorena

Escribía desde Tucumán, en diciembre de 1812

TOMÁS MANUEL DE ANCHORENA. En Tucumán, Belgrano lo designó secretario de Guerra del Ejército del Norte.  la gaceta / archivo TOMÁS MANUEL DE ANCHORENA. En Tucumán, Belgrano lo designó secretario de Guerra del Ejército del Norte. la gaceta / archivo
Antes de ser diputado al Congreso de la Independencia, el doctor Tomás Manuel de Anchorena (1783-1847) permaneció un par de años (1812-14) en el noroeste del país. El general Manuel Belgrano lo nombró secretario de guerra.

Desde Tucumán, el 24 de diciembre de 1812, escribía una escéptica carta a su hermano Juan José. Le decía que la política de “los cortesanos” porteños (se refería a los alvearistas) era percibida por todos. No se debía creer que la gente del interior “no piensa, ni tiene luces para conocer sus patrañas”. Pero, le decía que “ni en estos lugares se encuentra ya la sencillez de las aldeas. En estos lugares se solicitan las individuales noticias de los sujetos, de sus ideas, de sus conexiones, de sus rivalidades y de su conducta. En estos lugares se saben por cartas y avisos verbales los partidos que prevalecen en el pueblo, y en el mismo Gobierno y sus autores”.

Seguía: “En estos lugares es donde se observa, se discurre constantemente, y se combinan las miras y operaciones de esos políticos que han aparecido de repente en nuestro suelo”, y que “han experimentado una transformación admirable, convirtiéndose, con la revolución, de hombres vagos, jugadores, ignorantes y corrompidos, en virtuosos patriotas y políticos profundos”.

Expresaba que “no es capaz ninguno de ustedes de poderse figurar, sin verlo, el estado de las cosas por acá. Aquí sólo se sabe lo que son los militares y mandones en revolución, y en donde se sienten casi en su lleno los efectos de esta”. Acaba de aceptar el cargo que le ofrecía Belgrano, “porque creí que podía ser útil”.

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