“Fue rapidísimo; en dos minutos te cambian la vida”

“Fue rapidísimo; en dos minutos te cambian la vida”

El suegro del agente Gonzalo Ávila contó que el día del asalto a la sandwichería su yerno estaba saliendo con su esposa y su bebé. El policía sigue en terapia intensiva e intentan atrapar al ladrón que consiguió escapar. El joven muerto tenía antecedentes.

EL LUGAR DEL TIROTEO. El jueves a la tarde, después de la balacera, policías y peritos trabajaban en la sandwichería donde se produjo el asalto. LA GACETA / FOTO DE FLORENCIA ZURITA EL LUGAR DEL TIROTEO. El jueves a la tarde, después de la balacera, policías y peritos trabajaban en la sandwichería donde se produjo el asalto. LA GACETA / FOTO DE FLORENCIA ZURITA
13 Febrero 2016
Un policía custodiaba ayer la puerta de la casa del agente Gonzalo Ávila, quien se encontraba en terapia intensiva, después de haberse enfrentado a balazos con dos delincuentes. Adentro, su suegro cuidaba al bebé de cuatro meses que había quedado solo porque su madre había ido a visitar al herido al hospital.

“Como ese día fueron los familiares (del delincuente fallecido) a hacer problemas al hospital, ahora tenemos custodia aquí”, explicó Alberto Halí, el padre de la esposa de Ávila. El hombre sostenía en sus brazos a su nieto y contaba que hace poco tiempo sufrieron dos pérdidas: la de la suegra del policía y la del primer bebé del matrimonio. “Y ahora esto; a mi hija, pobre, todo le pasa”, lamentó.

Ávila vive al lado de la sandwichería “El Mundial”, ubicada en la avenida Adolfo de la Vega al 400, que fue asaltada el jueves a la siesta. El dueño del local estaba cerrando el negocio, alrededor de las 14.30, cuando llegaron dos ladrones en una moto y uno de ellos se bajó armado. Al mismo tiempo, Ávila, que estaba de civil porque se encontraba de vacaciones, acababa de cargar el coche de su hijo en el auto para salir.

“Gonzalo estaba con el bebé en los brazos cuando vio que entraba el ladrón con la pistola”, contó Halí. “Agarralo que están por robar”, le dijo el policía a su esposa y, tras entregarle el bebé, sacó el arma reglamentaria. “Dejá la pistola, tranquilízate; soy policía”, le gritó Ávila al delincuente. Pero el ladrón reaccionó con un disparo e hirió al agente.

“Cuando mi hija escucha un tiro, se mete en la casa con el bebé. Después siente más tiros y lo ve entrar a mi yerno herido. De los nervios, se fue a buscarme a mí, que vivo atrás. Me gritaba ‘lo hirieron a Gonzalo’. Estaba llorando”, relató el suegro del policía. “El muchacho de al lado lo llevó al hospital. Llegó justito, lo operaron inmediatamente”, agregó Halí.

Momentos claves


El agente Ávila, que tiene 24 años y presta servicio en la división Transporte de la Policía, había sufrido una lesión en el intestino y en el colon. El jueves lo operaron y luego quedó en terapia intensiva. Fuentes de la fuerza dijeron que está lúcido pero delicado y que las próximas 24 horas serán claves para analizar su evolución.

Respecto a los ladrones, consiguieron escapar con la recaudación de la sandwichería después del tiroteo. Pero uno de ellos había recibido varios disparos y comenzó a desangrarse. Cuando circulaban por la esquina de Viamonte y Venezuela, en el barrio Echeverría, el joven herido cayó al piso y su compañero lo dejó ahí para ir a buscar a su familia.

Los vecinos, que se percataron de la presencia del joven ensangrentado, llamaron al 911. Momentos después llegó una camioneta de la Policía y los familiares del herido lo subieron a la caja del vehículo para llevarlo al hospital. Sin embargo, cuando llegaron al Padilla ya estaba sin vida.

Las fuentes dijeron que se trata de Víctor Alejandro Godoy, de 22 años. También contaron que tenía pedido de detención por un tiroteo que había protagonizado en noviembre del año pasado. Entre sus antecedentes figura, además, robos agravados, lesiones, arrebatos y una tentativa de homicidio en ocasión de robo.

Quien no había sido atrapado hasta ayer era su cómplice, el joven que huyó en la motocicleta. Si fue detenido un joven que tenía pedido de captura por un robo que cometió con Godoy, pero fuentes policiales descartaron que se tratara del delincuente que escapó con el dinero de la sandwichería.

La droga

Fuentes cercanas a la familia de Godoy comentaron que el joven padecía una fuerte adicción a las drogas y el suegro del policía se mostró preocupado por ese problema, que afecta a muchos jóvenes. “A mí una vez me robaron, cuando estaba con mi mujer enferma en el hospital, era un chico jovencito. Un tiempo me después me contaron que ese chico se terminó ahorcando y a mí me dio pena porque la droga los tiene mal”, reflexionó el hombre.

“A veces me pregunto por qué se preocupan tanto por controlar que usen el casco, por dar un ejemplo, mientras tenemos más chicos muertos que en la época de los militares por culpa de la droga; tenemos muertos vivos. Me da pena porque te hacen daño a vos y a sus familias”, expresó Halí. “Lo que pasó el jueves fue rapidísimo, en dos minutos te cambian la vida”, agregó, muy apenado.

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